El escándalo del pasaporte
El segundo escándalo de los Juegos ha sido de pasaporte. El defensa de los New York Rangers, Ulf Samuelsson, no podrá seguir jugando con Suecia los cuartos de final del torneo de hockey sobre hielo, porque legalmente ya no es sueco. En la acreditación coló, pero él tiene ya pasaporte de Estados Unidos y la ley sueca no reconoce la doble nacionalidad, por lo que ha perdido la de origen. El lío que se ha montado ha sido mayúsculo, porque la Federación Internacional de Hockey sólo le ha prohibido seguir jugando, pero excepcionalmente no ha aplicado una de sus reglas, según la cual los tres partidos en que ha intervenido, todos los de su equipo, se tendrían que dar por perdidos a Suecia, que pasaría al último lugar del grupo. El Tribunal de Arbitraje del Deporte rechazó posteriormente los recursos presentados por los suecos y la República Checa -que no quería enfrentase a EE UU en cuartos de final- y confirmó la decisión de la federación, por lo que Samuelsson será excluido pero a su equipo no le darán ningún encuentro por perdido. Por lo tanto, los emparejamientos de cuartos de final serán los previstos: Estados Unidos-República Checa, Canadá-Kazájstán, Bielorrusia-Rusia y Suecia-Finlandia.
En la final de mujeres, disputada ayer, Estados Unidos se impuso por 3-1 a Canadá, con lo que se convierte en la primera campeona olímpica de este deporte que se estrenaba en los Juegos de Nagano.
En las finales de ayer, hubo delirio nacional al ganar Japón el salto por equipos con Funaki, Harada, Saito y Okabe ante Alemania y Austria (sin Goldberger). Fue bajo una nevada intensísima, que aplazó una manga y casi suspende todo, como pasó en los 10 kilómetros masculinos de biatlón.
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