Shimizu, el más rápido sobre hielo
Nagano ha confirmado al primer héroe japonés. A la espera de los primeros saltos de trampolín hoy, Hiroyasu Shimizu, la bomba de la velocidad, ganó los 500 metros del patinaje, la prueba reina de la especialidad en el espectacular estadio Ola, por la forma de su techo. Plusmarquista mundial con 35.39 segundos, es decir, a 50,86 kilómetros por hora, el pequeño Shimizu hizo en la primera manga del lunes 35.76, nuevo récord olímpico, a 50,33, y ayer lo volvió a batir, con 35.59, es decir, a 50,57 kilómetros por hora. Se quedó a 20 centésimas de su récord mundial.En la distancia más corta de 500 metros, que supone una recta y una cuerda completa a los 400 metros de la pista, la ventaja de estos patines, que permiten más impulso de las pantorrillas al levantarse más en cada zancada, es quizá menor que en distancias más largas, donde el número de impulsiones es mucho mayor. Pero la realidad es que Shimizu puede así transmitir más potencia desde sus inmensos muslos, una despropoción para un atleta como él que mide sólo 1,62 metros. Shimizu es tan bajo, que al agacharse aún más al patinar hay momentos en que parece deslizarse al ras del hielo o un ciclista bajando un puerto encima del manillar. En la prueba de 500 metros, la resistencia del aire a la progresión del patinador es equivalente a una fuerza de 5 kilogramos, lo que representa casi el 70% de la resistencia física encontrada en su avance. El 30% restante es por el rozamiento de los patines con el hielo. El de Nagano es muy duro, por lo que se desliza peor y de ahí que Shimizu, además de la presión de su propia casa, con su madre llorando de nervios bastante antes de la prueba, no batiera su récord.
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