Pantic y el enfado de Pompei
"¡La concha de la lora, no podemos perder así!". Roberto Pompei bajó a los vestuarios destilando indignación, lanzando un improperio muy de su tierra. El mediocampista argentino del Oviedo estaba cabreado consigo mismo y con sus compañeros. "Nos hicieron el gol que sabíamos que nos iban a querer meter", explicó. Todavía irritado por la actitud pusilánime de su equipo abundó en la causa de su enfado: "Sabíamos que iban a intentar la jugada del córner, sabíamos que Pantic iba a patearlo al primer palo, y así nos hicieron el gol, salí muy caliente". Recién salido de la ducha, José Mari, uno de los autores de la pesadilla de Pompei, describía lo fácil que se le había hecho meter aquel gol: "Ya lo habéis visto. Pantic ha lanzado el córner, lo ha puesto ahí, en el sitio justo, y yo sólo he tenido que meter la cabeza".José Mari no titubeó al afirmar el beneficio que para el equipo supone el concurso de Pantic: "Está claro que con Pantic mejoramos mucho en las acciones a balón parado". El entrenador del Atlético, Radomir Antic, antes que nadie le preguntara nada, anticipándose a cualquier reproche por no haber contado este año más con Pantic, dijo: "Mi visión es la misma antes y después del partido de hoy. Pantic es muy importante en las jugadas de estrategia. Y además le da alas a la grada y al equipo con estas acciones". Mientras los rojiblancos celebraban la vuelta al once inicial de Pantic, a Pompei, ya a punto de subirse al autobús, no le desaparecía el enfado: "Nos han bailado, nos han metido cuatro goles y no me puedo ir sin sentir vergüenza. ¡Dios mío, y pensar que mis compañeros se van contentos porque han perdido en la casa de un grande como el Atlético!".
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