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PP despliega a sus portavoces para frenar los golpes al Gobierno

Javier Casqueiro

El Gobierno afronta 1998, "un año eminentemente político", según la dirección del PP, con mucha tranquilidad pero con previsión y cautelas. El Partido Popular acaba de reajustar tanto su grupo parlamentario como su aparato en Génova 13 con el objetivo de atajar desde foros teóricamente ajenos al Ejecutivo problemas políticos, fundamentalmente en el ámbito conocido como de "las libertades", que podrían plantear en este curso sus socios nacionalistas. El PP ha reforzado su departamento electoral y de comunicación para estar alerta ante futuras elecciones y sobre todo para las autonómicas vascas.

La estabilidad política está garantizada tras la última entrevista entre José María Aznar y Jordi Pujol, las grandes cifras económicas funcionan, la oposición del PSOE no preocupa en exceso a los populares, y las encuestas, incluso las menos favorables, consolidan la estabilidad. Pero el Gobierno del PP, pese a interiorizar que nada alterará este panorama, está algo preocupado por los "golpes" que en aspectos relacionados con Ias libertades" puedan proporcionarle estratégica y esporádicamente sus socios parlamentarios.El presidente José María Aznar mantuvo poco después de las vacaciones de Navidad una larga sesión de trabajo con la cúpula del Gobierno y del PP para preparar las líneas políticas a cuidar durante 1998. De esa cita secreta empiezan ahora a descifrarse nuevas estrategias.

El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, aprovechó el mes de enero, inhábil de sesiones parlamentarias, para retocar las portavocías de distintas comisiones en su propio grupo. Tras esa reorganización estaba la finalidad de situar a políticos que puedan responder de manera más ágil y contundente a las andanadas más o menos diarias que puedan recibir de la oposición sin la necesidad de recurrir en cada caso al ministro de turno. También servirá para multiplicar los interlocutores con sus socios nacionalistas.

Los populares no quieren tener sólo un portavoz. Pretenden diversificar sus voces y también, en su caso, los frentes desde los que asumir los errores o las "meteduras de pata". Esta reorganización del grupo parlamentario popular ha coincidido con el momento en que los portavoces y sus adjuntos han pasado a cobrar, a consta de los Presupuestos del Congreso y junto a los demás partidos, el nuevo plus de casi 150.000 pesetas más al mes por tareas consideradas de representación. El PP corría hasta ahora con esas retribuciones para los portavoces liberados como titulares. El ahorro se estima en 25 millones de pesetas.

Los retoques estructurales en el aparato de Génova 13, sede del PP, son nominalmente menores pero contienen una importancia también estratégica. La Junta Directiva Nacional del partido aprobó hace dos semanas la creación de un nuevo comité interno de comunicación, a cuyo frente se situará en los próximos días el periodista Francisco García Diego, hasta ahora teórico número dos del departamento de información de La Moncloa con Miguel Angel Rodríguez. García Diego será sustituido en la Secretaría General de Comunicación de Presidencia por Jesús Serrada, hasta ahora número dos de este área en el Ministerio de Economía de Rodrigo Rato, el vicepresidente segundo del Gobierno.

García Diego no se traslada de Moncloa a Génova 13 para ser un jefe de prensa. Ese puesto ya está cubierto. El coordinador general del PP, Ángel Acebes, le reclama para otros cometidos. En el PP son conscientes de que tras la llegada al Gobierno algunas áreas de su estructura interna se han quedado "desarboladas". Ahora creen que ha llegado el Momento de rearmarlas antes de que se agolpen próximas citas electorales. Porque García Diego tendrá competencias sobre asuntos de comunicación y en la creación de grandes mensajes, pero también sobre aspectos electorales. Su reincorporación al PP se produce a las puertas de la precampaña electoral vasca, que el partido ha comenzado a preparar ya.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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