Las series conquistan el corazón del cine

El cine ha encontrado un cálido refugio. No sólo el cine. También los espectadores españoles se han concentrado al abrigo de sus historias más cercanas y de los rostros más conocidos. El número de series españolas, ante la buena acogida de la audiencia, no hace sino crecer. La industria moverá este año en las cadenas generalistas en producciones de ficción propias -series y telefilmes- una cifra superior a los 20.000 millones de pesetas. El mercado de televisión se equipara al de la producción cinematográfica, que en 1997 invirtió 18.000 millones. Al encanto de la pequeña pantalla han sucumbido rutilantes estrellas como Irnanol Arias, Carmen Maura, Antonio Resines, María Barranco y, próximamente, Ángela Molina.

Definitivamente, el horario estelar de la televisión en España ha sido ocupado por las teleseries nacionales. Casi a diario -cinco noches a la semana-, un espectador tiene la posibilidad de seguir las Peripecias de una serie en las distintas cadenas generalistas. Incluso hay días que tiene que optar entre varias ofertas, incluidas las de algunas televisiones autonómicas.Las grandes audiencias han atraído hacia los platós de televisión a actores y directores de renombre, acostumbrados a trabajar para la pantalla grande. Han acudido a la llamada del dinero. También aducen que el cine no da trabajo los 12 meses al año a la larga plantilla de actores. Admiten que la televisión se ha convertido en una fuente estable de ingresos para muchos de ellos. Por el contrario, las cadenas tienen que hacer frente a fuertes desembolsos si quieren contar con actores de primera fila. El éxito de muchas producciones descansa en el rostro de personajes populares, que arrastran casi por si solos a los espectadores. Ellos lo saben y se aprovechan de ello. Las cadenas se quejan de que algunos actores absorben una parte cada vez más importante del presupuesto de las series, lo que no ocurre en las producciones cinematográficas.

La televisión mueve en la actualidad más dinero que el cine. Televisión Española prevé invertir a lo largo del actual ejercicio unos 9.000 millones de pesetas en ficción. Parte de ese presupuesto -2.000 millones- se destinará a financiar producciones cinematográficas. El resto se destinará a telecomedias, telefilmes y producciones históricas de calidad. La cadena pública tiene ahora en antena, emitiendo en horario de máxima audiencia, A las once en casa -protagonizada por Antonio Resines, Carmen Maura y Ana García Obregón-, y listas para su emisión inmediata La virtud del asesino, que se estrena la próxima semana, y Puerta con puerta -con Juan Luis Galiardo y Sancho Gracia- En la nevera, algunas en estado de congelación, están Blasco Ibáñez, dirigida por Luis García Berlanga; Entre naranjos, de Josefina Molina, y La vida en el aire, de Ignacio Mercero.

La fábrica de ficción de Tele 5 se alimentará este año con otros 9.000 millones de pesetas. La cadena que dirige el italiano Maurizio Carlotti ha alentado la producción española desde sus Estudios Picasso, un verdadero hervidero por el que transitan creativos, técnicos, directores y actores. En la actualidad, tiene en emisión, en prime time, las series Periodistas, El señor alcalde, Todos los hombres sois iguales y Más que amigos. El proyecto más inmediato es la grabación de Hermanas, una comedia con cuatro grandes actrices: Ángela Molina, que debutaría así en televisión, Pilar Bardem, Anabel Alonso y Chus Lampreave. Paralelamente, se continúa con el rodaje de nuevos capítulos de la locomotora de la cadena, Médico de familia, y de Querido maestro, serie a la que podría regresar de forma esporádica la actriz Enma Suárez, con la que la cadena está en conversaciones.

Por su parte, Antena 3 se ha comprometido a invertir unos 6.000 millones de pesetas esta temporada. La casa de los líos y Manos a la obra, dos producciones con audiencias en la frontera de los cinco millones de espectadores, son sus actuales ofertas. En proyecto tiene una obra protagonizada por Concha Velasco y Francis Lorenzo. Pero no sólo las grandes estrellas han encontrado acomodo en la televisión. Una legión de actores secundarios e incluso noveles tienen trabajo en los seriales, un género que ha despuntado en España al ritmo de El súper y Al salir de clase (Tele 5) y Calle Nueva (TVE-1). Calle Nueva se ha asentado en la sobremesa, una franja que fue tomada al asalto por los programas de cotilleo. Al salir de clase se ha impuesto entre el público joven. Estos seriales dan cobijo a casi mil actores al año. "Son producciones que no se planifican para un trimestre, sino para un año, con un estándar de calidad más elevado que las telenovelas latinoamericanas", afirma José Velasco, director general de Zeppelin, productora de Calle Nueva y El súper. Las televisiones españolas han comenzado a exportar, empujadas por el éxito, sus formatos. Médico de familia tiene ya su versión portuguesa. Calle Nueva negocia la venta del concepto y de los guiones con una televisión italiana. El formato español busca mercados en distintas cadenas de Latinoamérica, aprovechando la identidad idiomática.