Telefónica acelera las negociaciones con BT para evitar que intente competir en España
El presidente de Telefónica, Juan Villalonga, ha apretado a fondo el acelerador en las negociaciones para una alianza con British Telecom (BT). Villalonga quiere cerrar un acuerdo antes de fin de mes para despejar las dudas sobre su gestión y evitar la entrada en España del operador británico, que tiene oportunidad de presentarse al concurso de tercer operador de telefonía. El plazo de presentación de candidaturas se cierra el 28 de febrero. BT, antiguo socio de MCI, empresa con la que Telefónica ha querido entrar en Estados Unidos sin éxito hasta la fecha, exige compromisos claros de inversión y que. ceda protagonismo en las iniciativas conjuntas que afronten en América y Europa.
Las negociaciones entre Telefónica y British Telecom se llevan al más alto nivel y en medio de una enorme presión. Los británicos disponen del dinero que necesita Telefónica para seguir creciendo en América Latina y la compañia española es la llave para acceder a mercados en los que BT apenas se ha estrenado.Además, BT y Telefónica pueden afrontar juntas el asalto a los Estados Unidos y vengarse de WorldCom, la compañía que adquirió MCI y echó al traste el tándem Telefónica-MCl -BT cuando apenas empezaba a andar el pasado mes de noviembre.
Villalonga y su equipo han reiterado que podrían mantener la alianza con MCI-WorldCom para Estados Unidos y Latinoamérica y con BT en Europa. Pero ello requiere unos malabarismos que, hasta la fecha, no han dado resultados. Aunque no hay nada roto, Villalonga ha comprobado que el nuevo propietario de MCI, Bernard Ebbers, no está dispuesto a com partir con Telefónica el crecimiento espectacular que ha tenido WorldCom y, menos aún, a comprometer inversiones después de dedicar cerca de 4,5 billones de pesetas a tomar MCI
WorldCom no responde
Así, mientras recomponían sus acuerdos, los ambiciosos planes de Telefónica y MCI en América Latina se han congelado. La nueva Telefónica Panamericana-MCI (50%-50%) no es más que un esbozo; Telefónica no ha entrado en México de la mano de MCI como se prometió; y las diferencias sobre la política de expansión han hecho, por ejemplo, que sus responsables dejaran pasar los concursos para la privatización de las telefónicas de Guatemala o Ecuador. Por si fuera poco, WorldCom ha fijado España como objetivo prioritario. El plazo para ejecutar el acuerdo tripartito firmado en abril de 1997 acaba en mayo.Ahora Villalonga se ha volcado en BT. Principalmente porque un acuerdo con los británicos evitaría que BT se presente al concurso para la adjudicación de la tercera licencia de telefonía fija, previsto para el 28 febrero. BT, por su parte, tiene dos bazas para convertirse en un firme competidor de Telefónica y Retevisión en España: su filial BT Telecomunicaciones, con casi 1.500 grandes clientes, y Airtel, en la que tiene un 16%.
Con esas cartas en la manga, los británicos avanzan más despacio en las negociaciones. Quieren amarrar compromisos reales de inversión conjunta en América Latina y obtener cuotas de poder en la gestión de las participadas por Telefónica en la región. Fuentes conocedoras de las conversaciones aseguran que Telefónica mantiene la línea abierta con MCI y alguna otra compañía estadounidense para presionar a los británicos y forzar un anuncio en los próximos días.
Una de las claves en la negociación es ahora Portugal Telecom (PT). En ella participan ya BT (1%) y Telefónica (3,5%)._E incluso MCI tiene un pequeño porcentaje (0,5%). PT es la llave para que Telefónica y BT entren en el más codiciado de los mercados latinoamericanos: Brasil, una prioridad en sus planes. Los portugueses tienen un acuerdo de cooperación con Telebras, el monopolio estatal brasileño de telecomunicaciones, que está a punto de privatizarse. Para Telefónica y BT esos vínculos son determinantes, y por eso sus negociaciones se centran también en el dinero que están dispuestas a poner en la expansión de PT.
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