_
_
_
_
Entrevista:

"No sólo hay niños con problemas en Bosnia, también los hay en Madrid"

En el vestíbulo de acceso al modesto despacho que el fiscal coordinador de Menores del Tribunal Superior de Madrid posee en un antiguo inmueble de la calle de Martínez Campos, suele haber casi siempre algún crío con rostro de susto. Félix Pantoja, de 47 años, 15 de ellos como Fiscal, los cita para echarles alguna reprimenda. Y, a ser posible, acordar con ellos la forma mejor de reparar la gamberrada. Los niños, algunos con sus madres, salen del despacho con un suspiro de alivio, y el compromiso de compensar a la sociedad por su fechoría: borrar pintadas de las calles, ayudar en una residencia de ancianos... "Los resultados de este tipo de medidas son muy positivos", se congratula Pantoja. Más de un 30% de las fechorías juveniles que le llegaron vía policial en 1997 se zanjó con trabajos para la colectividad. "La vía judicial debe ser siempre lo último", sostiene Pantoja, padre de tres hijos. Vigilar que la Administración atienda a los niños desprotegidos es uno de sus cometidos.Pregunta. ¿Qué es lo que más le preocupa ahora al fiscal coordinador de Menores de Madrid?

Respuesta. Hay adolescentes que no delinquen, pero que están en conflicto permanente con sus familiares. Muchos de ellos tienen un problema de salud mental y necesitan ayuda psicológica. Pertenecen a familias que carecen de recursos intelectuales y económicos, y es preciso que la Administración se implique y les ayude. El problema es, que los servicios de salud mental de la Comunidad no funcionan adecuadamente.

P. ¿Qué debe hacer entonces la Administración regional?

R. Pues asumir ese problema sanitario, que es gravísimo y en el que nada puede hacer el derecho. Pero no sólo la Comunidad de Madrid, también el sistema nacional de Salud. Casi todas las semanas vienen padres desesperados pidiéndonos ayuda porque no pueden controlar a sus hijos: les rompen los muebles, les pegan, les quitan dinero... Lo que necesitan estos chicos es ayuda médica. Este problema se plantea fundamentalmente con los adolescentes y preadolescentes. El fiscal jefe de Madrid [Mariano Fernández Bermejo] también está muy preocupado con este asunto, que vamos a denunciar en la próxima memoria de la fiscalía. No solucionar estos problemas produce un gran sufrimiento familiar y puede conducir al menor a la delincuencia, con consecuencias mucho más graves y costosas para la sociedad que las que reportaría su solución.

P. ¿Se trafica en Madrid con niños?

R. No nos consta. Donde sí observamos problemas es en las adopciones internacionales. Están llegando niños totalmente indocumentados, que ni siquiera se sabe su país de origen. Pero no hay que irse hasta Bosnia, China o la India para adoptar a un niño por solidaridad. Aquí, en Madrid, hay niños con tantos problemas como en esos países, con deficiencias físicas: sida, síndrome de Down, y que no encuentran quien les adopte'. Hay que ser solidario con los niños de aquí, no sólo con los de Bosnia, porque, si no, llegamos a la hipocresía social. Es necesario potenciar y propagar la figura de la acogida familiar (dar a una familia un niño durante un tiempo determinado mientras sus padres. tienen problemas). Y, también, es muy importante que la sociedad se conciencie de que debe proporcionar medios a los niños para que echen a andar en igualdad de condiciones.

P. ¿Cómo es posible que la ley Fije la edad. penal en 18 años y aún sigamos viendo a muchachos de 16 o 17 sentados ante los tribunales ordinarios?

R. Porque ese artículo del Código Penal está en suspenso hasta que se publique la Ley de Justicia Juvenil, que tendrá aspectos progresistas y positivos. Fija la responsabilidad criminal a los 18 años y va a establecer unas medidas sancionadoras a los menores que delincan. Sanciones que irán acompanadas de medidas educativas.

P. ¿Qué medidas educativas se establecen?

R. Básicamente, la posibilidad de solventar los problemas de los menores extrajudicialmente. Sin llegar al juzgado. Compensar el delito con algún trabajo en beneficio de la sociedad. Y cuando ello no sea posible, porque el delito sea muy grave o el menor no colabore, el fiscal podrá proponer al juez, entre otras medidas, su internamiento en un centro cerrado, con una duración, dependiendo de la edad, de hasta cinco años. Eso sí, el centro no va a ser una cárcel.

P. ¿Internar a un chico varios años sirve para algo?

R. Hay casos en que sí. Depende de cómo se haga el trabajo en el centro con ese chico. Hubo un caso, el del llamado violador de Alcorcón, de 15 anos, que estuvo dos años en un centro cerrado. Tuvo una psicoterapia específica y concienzuda, y no nos consta que haya vuelto a cometer un delito de ese tipo.

P. Con frecuencia vemos en los medios de comunicación flagrantes atentados contra la intimidad de los niños.

R. El año pasado, de oficio, la fiscalía presentó 17 demandas, algunas incluso contra padres. No se puede exhibir la imagen de un menor, y menos aún si ésta se asocia a hechos desgraciados o de marginación. Además, porque produce un efecto perverso: se les convierte en héroes y siempre hay otros niños que intentan emularlos.

P. La ley exige que un niño con problemas sea tratado por un psicólogo, un educador y un trabajador social. ¿Por qué no hay trabajadores sociales en esta fiscalía?

R. No sé. Habría que preguntarle al Ministerio de Justicia. Es un déficit muy importante que hay en la fiscalía de Madrid. Pues son profesionales cuyo cometido es visitar el núcleo familiar y el entorno del niño, acercarse a sus problemas e informar al fiscal y al juez.

P. ¿Todos los niños están escolarizados?

R. Teóricamente, no existe desescolarización. Aunque hay barrios donde los, vecinos se quejan de que ven a niños de enseñanza secundaria que casi nunca van a la escuela.

P. ¿Qué porcentaje de los delitos que se cometen en Madrid los realizan menores?

R. Aproximadamente un 15% de delitos los cometen jóvenes de 16 a 18 años.

P. ¿Hay muchos menores enganchados a las drogas?

R. La drogadicción de los chicos va asociada a los problemas de marginalidad, a la falta de estructura familiar. Cuando abrimos un expediente a un chico porque, por ejemplo, falta al colegio, observamos que es porque empieza a tener contacto con las drogas. Si no se ataja el problema en ese momento, cuando llega a los 17, 18 y 19 años, es fácil verle en los juzgados de instrucción de la plaza de Castilla, pero ya con un problema serio.

P. Recientemente se publicó que en algunos poblados chabolistas de Madrid se utilizaba a niños como cobayas para probar la pureza de la droga.

R. En la fiscalía de Menores no nos consta.

P. ¿Qué fue de El Ratilla [un niño que sobrecogió a Madrid hace unos años al trascender que con sólo 13 años traficaba con drogas duras]?

R. Lo ignoro. Salió de nuestra jurisdicción y no lo sé... Es muy importante, insisto, que la sociedad sea solidaria con los niños desprotegidos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_