"Uno no se acostumbra nunca, es increíble"

, Imanol Murua era ayer un hombre conmovido en lo más íntimo y que combatió el dolor con una entereza encomiable. El alcalde con mayor tirón popular de Guipúzcoa y que arrasa en las elecciones de su pueblo, Zarautz, se levantó sobresaltado por la noticia del atentado y le faltó tiempo para olvidarse de la ciática que le tiene martirizado, incluso de afeitarse, para dirigirse a la calle Urdaneta, donde aún humeaban los restos del coche de José Ignacio Iruretagoyena, un joven con el que tenía tanta distancia ideológica como proximidad en el trato diario, cordial y afectuoso.El que fuera diputado general de Guipúzcoa estaba ayer consternado: "En este país hemos sufrido muchos atentados, pero uno no se acostumbra nunca. Esto es increíble. José Ignacio era un chico buenísimo, nada agresivo, que hacía su trabajo en el Ayuntamiento. No sé qué decir, estoy muy afectado. Lo fundamental de José Ignacio es que era un buen hombre". Murua, campechano de natural, tenía el semblante cariacontecido, estaba apesadumbrado y su principal preocupación se centraba en "la familia de José Ignacio, que es la que más ayuda necesita ahora". El alcalde envió médicos al domicilio familiar, pero Cándido, el padre del edil, se negó a abrirles la puerta en un primer momento. En el interior, la incredulidad había dado paso a escenas de histeria y furia. Un sacerdote , Ramón Aginaga, amigo de la familia también intercedió para apaciguar los ánimos.

Tras haber hablado con los padres del concejal y mientras aguardaba la llegada del médico forense al lugar de los hechos, Murua, que encaró como diputado general los acontecimientos más violentos registrados a comienzos de los años 90 por el conflicto de la autovía de Leizarán, atendió pacientemente a los medios informativos que le requerían.

Con los ojos llorosos, las manos temblorosas y el rostro compungido, repetía una y otra vez que "las cosas que hay que decir están muy claras y, aunque no vayan a servir para nada, hay que decirlas una vez más". Inmediatamente, ordenó la celebración de un Pleno extraordinario.