El fiasco de Salamanca amansa a Van Gaal
No hubo necesidad de montar ninguna bronca. El día después de la frustrante derrota del Barça en Salamanca resultó doloroso para todos los azulgrana, y en especial para Louis Van Gaal. El entrenador, alicaído por las secuelas de sus críticas contra a plataforma l'Eléfant Blau, buscó la complicidad del equipo para atemperar el eco del 4-3. Prepotente en la victoria, Van Gaal se mostró ayer entre manso y desconfiado, temeroso quizá de que puede perder autoridad sobre el vestuario. Su actitud de esta semana y su falta de respuestas tácticas el lunes le comprometen. Le conviene rearmarse y para ello necesita mimar a la plantilla más que reprocharle sus errores en un partido desbocado.
Van Gaal mantuvo una charla de 40 minutos con la plantilla tras la frustrante derrota en Salamanca. El holandés no fue demasiado severo. Quizás intuyó que los jugadores no estaban demasiado de acuerdo con el cambio de Couto por Iván de la Peña, que coincidió con los tres goles del equipo de Txetxu Rojo. El grupo repasó las ocasiones perdidas y los fallos de concentración al término del partido. No hay demasiado tiempo tampoco para la flagelación. El Barça juega mañana la ida de la Supercopa ante el Borussia Dortumd. El Barca confía en que ese partido desviará pronto las críticas.Pero algo está claro: No son estos días fáciles Para Van Gaal. Ayer había nervios. El holandés vivió el fiasco del Helmántico sólo un día después de que realizara un par de manifestaciones explosivas: dijo que ya había anunciado desde hacía un mes que su equipo iba a más y el Madrid a menos y criticó además a los miembros de la plataforma crítica l'TIefant Blau, que propugnan una moción de censura contra el presidente Núñez.
Van Gaal, en unas declaraciones que han sentado muy mal en parte de la afición, tildó a los promotores de "gente frustrada" y confió en que los socios "inteligentes" -han firmado ya cerca de 5.000 socios no corrieran tras ellos. El vestuario no ha alcanzado a entender el por qué de esa intromisión y su feroz defensa de la gestión de Núñez. Pero hay otro aspecto que, además, puede alterar la convivencia del camerino: el anuncio de la marcha de Carles Rexach, que se va a entrenar dos años a Japón. Van Gaal ha perdido a un hombre que le acompañaba siempre en el banquillo y a quién elogió por su lucidez para leer los partidos. No sólo eso: Charly, un hombre de la casa que ha visto crecer a medio equipo, actuaba casi de confesor con los jugadores. El enlace se ha perdido.
La reunión previa al ensayo no podía ser, en esa tesitura, excesivamente dura. Van Gaal se reunió después a solas 20 minutos con Giovanni que ayer se mostró especialmente autocrítico. "Un equipo que quiere ser campeón no le puede pasar eso. Teníamos el partido en las manos y se nos escapó. Fallamos en los últimos minutos cuando ganábamos 2-3. Veremos si no echamos de menos estos puntos al final de la Liga", explicó el brasileño, autor precisamente del tercer gol. El centrocampista reconoció algo evidente sobre él campo: que el Barca creyó tener 1 partido ganado. "Jugamos desordenados. Tampoco creo que, hiciéramos el ridículo. Pero nos faltó atención".
Luis Figo, fue implacable: 'Quizás hoy [por ayer] tenemos las ideas más claras, pero la realiad", dijo haciendo una mueca e desazón, "es la misma. Hicimos un buen partido hasta el 1-3 y desperdiciamos ocasiones. Luego perdimos concentración y a posición en el campo. Permitimos que el Salamanca entrara enel partido y perdimos en 10 minutos lo que habíamos ganado en 80". "Sabemos", continuó Figo, "por experiencias pasadas -aludía a los 6 puntos perdidos ante el Hércules- que en estos partidos se pierde a veces la Liga". Rivaldo abundó: ' "Hemos dado alas a todos nuestros rivales".
Sólo hubo una voz discordante. Luis Enrique achacó todo a la mala suerte: ''Fuimos superiores y lo que pasó fue un accidente. Lo único que ocurrió es que el Salamanca tuvo una alta efectividad en los últimos 10 minutos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.