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Ajenos a la Navidad

La Navidad pasa inadvertida para Sellam Zaghbir, un marroquí cuarentón que lleva más de 20 años en Madrid. Como buen musulmán, contempla impertérrito el jaleo de la calle mientras cuenta los días que le faltan para el Ramadán, que este año coincide con el final de año. Zaghbir tiene un comercio en Villalba donde despacha el cordero según su rito (se degüella al animal mirando a La Meca), aceite marroquí-, cous-cous, té, especias y dulces. Villancicos y belenes son sólo una curiosidad para sus tres hijos: "Hay que inculcarles lo nuestro porque lo de aquí ya lo aprenden fácilmente". Pero no puede evitar algunas tradiciones y reconoce que los Reyes Magos pararán en su casa.

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