Un tribunal de París condena al terrorista Carlos a cadena perpetua

El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, más conocido como Carlos o el Chacal, fue condenado en la madrugada de hoy a cadena perpetua por el tribunal de París que lo juzgaba y que aceptó la petición elevada el día anterior por el fiscal. El casi mítico terrorista, al que se ha juzgado por el asesinato en 1975 de dos agentes de los servicios secretos franceses y de un libanés que le delató, intervino ayer ante el tribunal para reiterar sus convicciones, apoyar la causa palestina y acusar de terrorismo a Israel."Tengo 48 años, la cadena perpetua significa 40 años, tal vez 50, pero eso no me asusta, soy un revolucionario", manifestó Carlos ante el tribunal poco antes de que el jurado se retirara a deliberar a las nueve y media de la noche. En Francia, la cadena perpetua es de un máximo de 30 años. El terrorista más buscado en los años setenta y ochenta sabía en cualquier caso que no iba a salir de la cárcel porque tiene aún cinco procesos pendientes por atentados que durante la década pasada causaron 13 muertos y numerosos heridos.

El jurado popular, integrado por tres magistrados y nueve miembros elegidos por sorteo, inició su reunión para decidir el veredicto a la nueve y media de la noche de ayer y terminó poco antes de la dos de la madrugada de hoy, tras 11 días de juicio en los que el terrorista ha rechazado reiteradamente la competencia del tribunal. Carlos alega que fue entregado a Francia tras ser detenido de forma ilegal en Sudán en 1994.

Los abogados defensores de Ilich Ramírez Sánchez insistieron en que el proceso ha sido una "mascarada" de justicia, que sólo sirve a Israel, país contra el cual combatió Carlos junto a los palestinos. El acusado habló durante casi cuatro horas, un monólogo en el que contó cosas de su vida y dio sus opiniones políticas. Entre éstas, alabó la causa palestina y denunció a Israel como "el primer Estado terrorista de la historia".

"Nunca he negado los hechos, ni afirmo ni desmiento nada. La verdad se forma como un puzzle, hay que investigar, mostrar al mundo que no ha habido Instrucción [en este proceso], que todo ha sido una comedia. Que cada uno decida en conciencia", declaró Carlos. "Un día, alguien hablará", concluyó.

Con anterioridad, Ramírez Sánchez había discutido ampliamente las pruebas presentadas por la acusación en un discurso salpicado de anécdotas no siempre comprensibles, siempre con un vocabulario perfecto, pero con un acento que hacía difícil de seguirle.

"Personalmente, considero secundario el veredicto; soy un combatiente revolucionario que no reconoce ni el veredicto ni la autoridad de este tribunal, pero quiero defenderme punto por punto de forma pedagógica y didáctica, no olviden ustedes que quien habla es un responsable político", precisó Carlos.