Los 'ministros' de Anguita
El PCE presiona para que IU tenga una dirección pequeña y controlada
"Hay que buscar tesorero". "Pero si tesorero ya tenemos". "Por eso hay que buscarlo". Lo dice Groucho Marx en Sopa de ganso cuando estaba formando su Consejo de Ministros. Y Julio Anguita, recién reelegido coordinador general de Izquierda Unida (IU), está dispuesto a seguir el mismo criterio y buscar aunque ya haya. Por si acaso. Tras la V Asamblea cada uno intenta situarse al lado de Anguita. Para facilitarle la búsqueda, más que nada.La verdad es que el último congreso lo dejó todo muy claro. El orden en que la mano de Anguita colocó a cada uno en la lista de la mitad del Consejo Político que entonces se eligió señalaba ya a los llamados a su mesa...
Pero hasta después de Navidades nadie podrá respirar tranquilo. Anguita ha pospuesto hasta el 31 de enero la constitución del Consejo con la aportación, por parte de las federaciones, del otro 50% de sus miembros. De ahí saldrá la Presidencia, a propuesta de Anguita. Y la Ejecutiva Permanente, auténtico gobierno de IU y cuya formación depende de, él, sin óbice, cortapisa, valladar o condición alguna.
Todos callan. Los que se saben elegidos, por si acaso. Y los que están ya con un pie en la calle, por si el silencio postrero hace cambiar el corazón de Anguita. Pero hay nombres cantados: Rosa Aguilar, Francisco Frutos, Víctor Ríos, Pedro Granados, Mariano Santiso, Felipe Alcaraz, Manuel Monereo, alguien del Pasoc -Pablo Castellano o Franco González-, tal vez Isabelo Herreros (Izquierda Republicana)... formarán parte de la Ejecutiva, un órgano nuevo de reducido número de miembros, en torno a 15. Y en el que el PCE más ortodoxo va situando sus peones.
El PCE, precisamente, ha expresado su rechazo a la presencia de Herreros. Cree que en la crisis de IU se le ha dado un protagonismo excesivo y que su aportación queda "pagada" con su inclusión en la Presidencia.
Igual ocurre, por otras razones, con el coordinador de Madrid, Ángel Pérez. La actitud de la mayoría madrileña en la Asamblea, apoyando las listas de la Tercera Vía y de Espacio Alternativo, tiene que pagarse, según los duros del PCE. En una organización con un sentido de purgación tan arraigado, los pecados, para ser perdonados, deben llevar el arrepentimiento y, sobre todo, la penitencia.
Todo juega, además, en contra. La intención de Anguita de reducir el máximo órgano de dirección a un número controlable de personas obliga a dejar fuera a algunos de los que han gozado de su gloria. Carlos Camero, artífice de la política internacional de IU, es uno de esos casos. Hay muchas formas de decir no te quiero. A Camero se lo dijeron dejándole prácticamente al otro lado de la puerta o con la mano en el picarporte, que viene a ser lo mismo. En la Asamblea se le situó en el puesto 68º de la lista de Anguita. Salió de milagro.
Con él y con otros puede iniciarse una nueva norma en IU: que no todos los responsables de área ocupen, además, cargos en la Ejecutiva. Camero puede tener la responsabilidad internacional, pero parece que no estará en el auténtico Consejo de Ministros de IU.
Si Camero lo tiene mal, peor lo tiene Félix Martínez de la Cruz, responsable electoral de IU y, con Carnero, del sector más moderado del PCE. En la lista de Anguita iba en el número 69º. Martínez de la Cruz ha recibido numerosos varapalos por su política electoral, aunque en las últimas elecciones gallegas lograra, desde la nada, arañar un puñado de votos. Su presencia en la Ejecutiva está prácticamente descartada. Y su futuro dependerá de la magnanimidad de Anguita. Como todo en IU.
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