El Alavés exhibe toda su pobreza
El Hércules gestiona a base de oficio los goles de Bolo y Visjnic
El Alavés no entendió nada y dictó un conjunto de improperios ajenos al fútbol hasta el punto de olvidarse del rival y con centrar toda su atención en el colegiado Valle Gil. Las condiciones del terreno de juego (afectado por la escarcha y el hielo) prometían una disputa muy racial, de esas que abominan los colegiados porque someten cada encontronazo a un interrogatorio en tercer grado.. En la porfía muscular perdió el Alavés sus escasas bocanadas de fútbol ante un rival que, acuciado por las urgencias, sólo aportó la necesaria experiencia de sus jugadores para controlar el partido.Bolo adelantó a su equipo en la primera llegada al área y cambió el cariz del partido para siempre. Remontar es una asignatura que no se le da bien el Alavés. El resto lo hizo el campo y el Hércules, que se dispuso a resistir en apenas veinte metros de terreno. El empate no sirvió de mucho. El Alavés siguió pensando en el colegiado, en su actitud, hasta que Visjnic marcó el 1-2 y cerró el partido.