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NECROLÓGICAS

Lev Poliakov, historiador del antisemitismo

El historiador francés de origen ruso Lev Poliakov murió ayer en la capital francesa a la edad de 87 años. "Quise saber por qué querían matarme. Se trataba de un asunto casi estrictamente personal", declaró hace menos de un año Poliakov a un periodista que le preguntaba sobre qué fe había empujado a especializarse en el estudio del antisemitismo.Nacido en San Petersburgo en 1910, su familia decidió ahorrarse la revolución bolchevique y, en 1920, buscó refugio en Francia. Entre 1921 y 1924 vivió en Alemania, donde el padre de Lev había encontrado trabajo. Luego, mezclando los estudios de Derecho con el periodismo, se instaló en Francia, donde puso en pie el diario Pariser-Tageblatt, escrito en alemán y dirigido a la colonia de refugiados antinazis.

La gran obra de Poliakov, publicada en cinco volúmenes entre 1956 y 1994, es una monumental historia del antisemitismo, aunque su primer libro sobre la cuestión es Breviaire de la haine (Breviario del odio), publicado en 1951. Durante la ocupación alemana, Lev Poliakov se especializó en la falsificación de documentos, ayudando a escapar de la persecución a muchos judíos. Desde 1944 se encontró sumergido en la investigación del genocidio puesto en marcha por los nazis, ya que se le encargó que buscase información al respecto en los archivos de la Gestapo. Sus pesquisas le convirtieron en uno de los expertos que intervinieron en el Proceso de Núremberg. Su amistad con Raymond Aron le ayudó a ingresar en el CNRS en 1954 y a poder consagrar el resto de su vida a la investigación histórica. Es también uno de los fundadores del Centro de Documentación Judía Contemporánea de París, uno de los tres más importantes del mundo.

Su obra ha adoptado a menudo un cierto tono panfletario, abiertamente polémico, lo que ha hecho que no siempre se reconociesen sus hallazgos. Es el caso de títulos tan significativos como Les banquiers juifs et le Saint-Siége, Moscou, troisiémme Rome, su Essai su la causalité diabolique o Les intermittences de la mémoire historique. Poliakov, por su antisovietismo y su comparación entre el totalitarismo nazi y el soviético, tampoco se ganó las simpatías de un mundo intelectual, al que le resultaba difícil romper con el "socialismo real".-

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