Lavapiés se da la mano

En la plaza de Agustín Lara de Lavapiés hubo ayer espacio para todas las voces. Allí se encontraron musulmanes, marroquíes, senegaleses, okupas, castizos, rebeldes, artistas, feministas, estudiantes, comerciantes, gitanos, parados, jóvenes, niños, ancianos, inquilinos, propietarios, etcétera. Y todos, vecinos de Lavapiés.Algunos de los colectivos enfrentados, como okupas y propietarios, se miraban cara a cara y hablaban sin diferencias gracias a 17 entidades vecinales que organizaron la jornada Xenofrlia en Lavapiés. un barrio en plena rehabilitación.

Fue una día de concordia. Con juegos infantiles, baile, debates y festín incluido. La asociación de senegaleses y los musulmanes sirvieron potaje de garbanzos y Pastel de cebollas; las okupas de la Eskalera Karakola, defensoras acérrimas de su intimidad, abrieron las puertas de su casa, y los vecinos de la Corrala mostraron sus propuestas urbanísticas.

"Lavapiés es un barrio donde la diferencia es una virtud", repetían muchos presentes. "Somos muchos y distintos, y ya és hora de que trabajemos todos de puertas hacia fuera para mejorar nuestro barrio", explicó Riduan Asuik, de la Asociación de Emigrantes Marroquíes.

Sólo hubo una queja vecinal. La edil del distrito María Antonia Suárez, del Partido Popular, se negó a ponerles unos contenedores donde tirar la basura.