Silva rompe con el Deportivo y lo acusa de tratarle como a "un perro"
"¿Qué se creen, que soy un perro?" Carlos Alberto Silva abandonó ayer indignado las oficinas del Deportivo, después de que las negociaciones para su reincorporación al club gallego quedasen rotas de modo fulminante a los 35 minutos de haberse iniciado. Silva se levantó de la mesa y dejó plantados a los asesores jurídicos del Deportivo, cuando éstos le propusieron su regreso al equipo pero sin potestad para confeccionar las alineaciones y sentarse en el banquillo.
La reunión de ayer era la última oportunidad de alcanzar un acuerdo, ya que a las ocho de la tarde expiraba el plazo de 48 horas concedido por el representante legal de Silva, a través de un requerimiento notarial, para que el club gallego readmitiese al entrenador, quien había abandonado su puesto el 16 de octubre. La oferta inicial de readmisión partió del propio Deportivo, que la formuló el pasado lunes durante un acto de conciliación por las reclamaciones salariales que el técnico brasileño había planteado a la entidad coruñesa. Para sorpresa de los directivos blanquiazules, que creían que Silva ya había firmado un contrato con el Portuguesa de Sâo Paulo, el preparador se presentó el pasado martes en A Coruña con el propósito de recuperar la dirección técnica del equipo.
Ante el inesperado retorno de Silva, el Deportivo ha ido matizando su oferta durante los dos últimos días. Ayer el preparador brasileño se mostraba dispuesto a renunciar a un tercio de los 80 millones correspondientes a la totalidad de sus salarios hasta el 30 de junio, cuando expiraba el contrato. El Deportivo también incrementó su oferta de 15 millones en una cantidad no especificada.
Honor y dignidad
El club que preside Augusto César Lendoiro planteó además una nueva opción a Silva: que se reincorpore al club pero sin dirigir al primer equipo. Esta propuesta irritó profundamente al entrenador, quien declaró a la salida de la reunión: "Tengo mi vida arreglada y no necesito el dinero. Pero llevo 30 años de carrera profesional, he llegado a dirigir a la selección brasileña y lo que quiero es acabar con honor y dignidad. Yo no puedo consentir que nadie haga las alineaciones por mí".Ante la negativa del preparador brasileño, el Deportivo pasó a la ofensiva. El Consejo de Administración del club tenía previsto anoche mismo requerir notarialmente a Silva, para que en el plazo de una semana se ponga a su disposición y acepte las funciones que se le encomienden. Pero el abogado del entrenador, Miguel Juane, insiste en que el contrato de éste especifica con claridad que su trabajo no puede ser otro que dirigir al primer equipo. Lo más previsible es que el contencioso tenga que dirimirse en los tribunales.
Lendoiro, mientras tanto, contraatacó y desmintió que él le hubiera pedido a Silva que volviese. "Es rotundamente mentira", dijo en un acto en una peña. "Le propusimos que cobrase, pero trabajando. Salvo que lo diga un juez, no le pagaremos una peseta más de lo que creemos se merece".
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