Los azulgrana avisan que el Madrid no es solo Raúl
"Sí, está Raúl, pero ¿y Mijatovic, Súker o Seedorf?". Michael Reiziger, el defensa holandés del Barça, repasaba ayer en las escaleras que conducen al aparcamiento del Camp Nou cómo el delantero madridista amargó la noche a su equipo el 23 de agosto en la vuelta de la Supercopa. Fue, sin duda, el título de Raúl: metió dos goles -en la ida también marcó- y acabó quitándose la espina de fracasar siempre ante los azulgrana. Raúl partió en dos la espalda del Barca y trazó con un cartabón diagonales que acabaron en gol. Seguramente, Van Gaal intentará mañana que eso no vuelva a ocurrir. Pero parece que el grupo huya de la obsesión. La idea es recordar a quien quiera escucharles que son líderes, que lo seguirán siendo después del partido y que el Barça no debe renunciar nunca a su estilo.Los azulgrana se hicieron ayer la tradicional foto de familia de la plantilla -todavía no se había hecho este año-, se entrenaron y se fueron después a casa sin noticias del Bernabéu. No sabían ayer los jugadores que Raúl estaba tocado y que había cundido la alarma. Tampoco Reiziger, a quien le tocó marcar a Raúl el día de la Supercopa. Fue duro: primero vio cómo en el minuto 43 se zafó de él para abrir el marcador y cómo calcó el segundo gol nueve minutos después. El Barça se hundió. "No sé si esta vez le defenderé yo. Quizá lo sepa hoy. Ellos jugaron mejor que nosotros. En 10 minutos perdimos la cabeza porque nos marcaron tres goles seguidos. Ahora hay que estar serenos. La experiencia también cuenta", explicó.
Frenar a Raúl, lograr que no vuelva a ganar la espalda en los contraataques y evitar que Mijatovic y Súker goleen, como ya hicieron en la Liga el año pasado. La clave está, según Couto, en olvidar los nombres, encontrar una buena colocación en el campo y no perder la concentración. Luis Enrique, acostumbrado ya al morbo que suscita en este tipo de partidos, no diseccionó al rival -" ¡a mí no me hagáis preguntas tácticas!-, aunque dio pistas: "Si tapas a Seedorf y Redondo, también anulas la salida de Raúl. En el Madrid hay que taparles a todos; incluso a Cañizares".
Pero los fantasmas de la Supercopa parecen diluidos. Tras el desastre de Kiev, los azulgrana han vivido la más armónica de las semanas gracias al mejor de los favores que le hizo el Madrid pinchando en Mallorca. Tienen armas a su favor: el liderato asegurado, el puente aéreo que ha tomado la presión, la ilusión de colocarse a siete puntos y recordar que el mejor juego de los blancos no se refleja en la tabla. "Eso no sirve teóricamente para ganar mañana. Será un partido muy emotivo", avisó Reiziger. Y una declaración de intenciones: olvidar la obsesión por el rival, aunque sea el Madrid, como dijeron el holandés e Iván, para evitar tropiezos del pasado y pensar sólo en cómo ganar y en el estilo del Barça.
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