"La cordialidad de los madrileños sigue igual que hace 40 años"
El Museo Municipal acaba de recibir un valioso regalo. Nada menos que 431 estampas e François Maréchal, donadas por generosidad del propio artista, nacido en Normandía hace 59 años. Este grabador, con obra en varios museos y bibliotecas del mundo, comenzó a visitar España cuando tenía 15 anos. Se casó con una madrileña y desde hace más de treinta años reside en esta ciudad. Su trabajo aquí ha sido reconocido con el nombramiento de académico de Bellas Artes. Aunque es autodidacto, él insiste en que su maestro espiritual es el japonés Muvakata. El Museo Municipal acoge una muestra de su obra.Pregunta. ¿Por qué ha donado más de 400 grabados al Museo Municipal?
Respuesta. Existe una obligación moral de los artistas gráficos de dejar obra en concepto de depósito legal. A veces se cumple y a veces no. En mi caso, lo he considerado una obligación moral, porque aquí he recibido un gran apoyo de las instituciones, aparte de mi atracción por Madrid y los madrileños. El Museo Municipal tiene una colección de estampas muy importante y una sala de exposiciones adecuada para la obra gráfica.
P. ¿Dónde se ven buenos grabados en Madrid?
R. Es un arte que está en' pleno auge. He asistido a un constante crecimiento del arte gráfico en España. Cuando llegué había pocos grabadores y pocos museos de grabados. Se ha fomentado mucho en galerías especializadas; está además la feria Estampa. Ha influido también la actividad de pintores que se han decidido por la obra gráfica.
P. ¿Este cambio puede deberse a que sea un arte asequible?
R. Ése es un término peligroso. Al decir que es más barato que una obra única puede parecer arte menor: no lo es, si bien tiene la ventaja de multiplicarse. Cada ejemplar puede considerarse una obra única.
P. Hable de la dicotomía obra única obra múltiple.
R. El grabado es un original múltiple. Pero tampoco entramos en el campo de la reproducción industrial, porque normalmente las tiradas no exceden de cien. Por el precio, si se vende la tirada entera, es como si vendieras un cuadro.
P. ¿Qué rincón de Madrid escogería para una de. sus obras?
R. Hay muchos que me gustan. Pero sobre todo los alrededores de la plaza Mayor o el Madrid de los Austrias.
P. ¿Hay algo que todavía le chirríe de esta ciudad después de vivir en ella tanto tiempo?
R. Lo que más me choca es el ruido de la ciudad y quizá el exceso de exuberancia en sitios como el teatro o el cine. Lo que más me gusta es la cordialidad, que sigue en pie tal y como la encontré teniendo 15 años.
Exposición de Françoise Maréchal en el Museo Municipal (Fuencarral, 78. Metro Tribunal).
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