Esnáider no se vengó
Juan Eduardo Esnáider volvió al Calderón y costó horrores no relacionar ese regreso con términos similares al de venganza. Abandonó el Atlético el pasado verano. Aunque no era lo que él deseaba, sus discrepancias con Antic le empujaron a hacerlo. Ayer, muchos ojos esperaban un gesto, una mirada, algo que delatara sus ansias de revancha. Nada de eso hubo. Su comportamiento fue ejemplar. Se mostró cariñoso a más no poder con sus antiguos compañeros. Y con Antic no ocurrió nada que pudiera seguir alimentando el morbo."Yo no he venido aquí a vengarme de nadie", se apresuró a comentar Esnáider cuando se le preguntó al respecto. "Todo lo que puedo decir del Atlético es bueno. Yo no me quería ir, pero eso no significa que pensara en la revancha. Le deseo lo mejor del mundo al Atlético, aunque mi corazón ahora esté con el Espanyol. Y que conste que nunca he dicho que el Atlético jugara peor que el Madrid o el Barça. No es cierto. Lo único que comenté es que veía al Madrid más sólido, más firme que a ninguno". Instantes después, se marchó del Calderón. Y lo hizo del brazo de Kiko.
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