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FÚTBOL: SÉPTIMA JORNADA DE LIGA

Empate agridulce en Santiago

El Barça se queda sin récord por su mala primera parte y salva un punto por su mejor segundo tiempo

Van Gaal se quedó sin récord de victorias y su equipo volvió a ofrecer una actuación mediocre, que apenas quedó camuflada con el empate final. El resultado, en cualquier caso, le permite mantenerse invicto, con el liderato en la mano, aunque su intención de presionar al Real Madrid, al que visitará tras recibir al Racing, quedó en entredicho.El desarrollo del marcador podría invitar a pensar que al menos el Barcelona mostró garra para remontar un 2-0 adverso, pero el descalabro futbolístico sufrido en muchos momentos del partido hacen palidecer esos méritos. El Barça difícilmente mereció la victoria y sólo la falta de punch del Compostela y la mano salvadora de Hesp le permitió alcanzar la igualada.

A falta de fútbol, el técnico holandés sólo puede ofrecer puntos. Por ahora su etapa en el Barcelona sólo se parece a la de Cruyff en que a ambos les acompaña la flor de la fortuna en los momentos difíciles.

El Barcelona ofreció en la primera parte la peor imagen que se le recuerda en un lustro de fútbol de Primera División en Santiago. Desde el inicio, sólo el Compostela buscaba el triunfo, mientras que el fútbol de toque y control que promete Van Gaal no asomaba por San Lázaro. Las tres líneas que se alinearon por delante de Hesp ni se hablaban y la presencia de Óscar en el ataque sólo era testimonial.

El Compostela apeló a lo que ya se le suponía, el empuje y la presión para intentar la hazaña. Estas armas bastaron para ridiculizar al todavía líder de la Liga. Las ocasiones de gol comenzaron a llegar al área de Hesp en un carrusel interminable. Las hubo de todos los colores: internadas por las bandas, errores defensivos y jugadas a balón parado. Únicamente la fortuna impidió que el Barcelona se retirase al descanso con un solo gol en contra.

La reprimenda de Van Gaal en el vestuario y la salida de Dugarry y Nadal cambiaron el rostro de su equipo, que siguió sin enamorar pero al menos presentó batalla. De la Peña tomó el mando y se decidió a sacar el balón jugado desde atrás y a lanzar buenos pases de gol a sus compañeros. El Barcelona comenzó a crear peligro, pero paradójicamente fue el Compostela el que marcó de nuevo. El destino del partido parecía sentenciado. Sin embargo en apenas tres minutos el Barça forzó el empate. Una buena conexión entre De la Peña y Óscar, y un error absurdo de Ponk -al forzar un libre indirecto dentro del área en un balón de Lekumberri- frustraron el buen trabajo del Compostela.

A partir del empate el partido se volvió electrizante, con continuas ocasiones de gol en ambas porterías. Pero el Barcelona volvió a estropear su expediente con diez patéticos minutos finales, en los que se colgó del larguero para evitar la derrota. Hesp volvió a ser decisivo en esta fase con dos grandes paradas a tiros de Popov y Fabiano. El Barça prometido por Van Gaal sigue sin aparecer.

El técnico plantó un equipo parecido al de Mallorca, con el único cambio de Óscar en lugar de Amor, pero el rendimiento del equipo resultó igualmente discontinuo. Tuvo un primer tiempo lamentable, una buena primera media hora en la segunda parte y un final de infarto, por su tendencia a encerrarse en su campo. Entre el poder perder y ganar se quedó con un empate que impide el récord pero mantiene la imbatibilidad.

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