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El Rayo amenaza con no jugar, y los Ruiz-Mateos, con irse del club

La actuación del árbitro González Vázquez en el Lleida-Rayo del miércoles ha provocado un seísmo de impredecibles consecuencias en el cuadro vallecano. La familia Ruiz Mateos amenaza con dejar el club, y el equipo, con no presentarse a jugar mañana ante el Ourense. González Vázquez expulsó a cuatro jugadores rayistas: Cota (doble amarilla, la primera por decir "si se la llevó con la mano, joder", según el acta), Ameli (doble amarilla, la primera por decir "¡pero no me jodas!"), Pineda (roja directa por decir "vete a la mierda", según el acta, "esto es una mierda", según el jugador) y Frabrice (doble amarilla, la primera por decir "lo estás haciendo muy bien" y la segunda por "aplaudir en forma de mofa"). Posteriormente, ante la lesión de Ezequiel y dado que el Rayo se quedaba con seis jugadores sobre el campo -algo antirreglamentario-, el colegiado suspendió el encuentro a seis minutos del final. El Lleida ganaba 3-1 por entonces.El Rayo ha reaccionado a la dramática. Responsables del club, con uno de los hijos de la presidenta a la cabeza, se personaron en la mañana de ayer en la sede de la Federación Española de Fútbol con el fin de entregarle a Angel María Villar unas llaves, "Ias llaves del Rayo" y, además, el conjunto de las nóminas que deberá pagar el club correspondientes al mes de octubre, en total, 127 millones de pesetas. Pero Villar estaba en Suiza y el jefe de prensa de la federación no se consideró capacitado para hacerse cargo de tan extraño depósito, en una escena tan surrealista como inédita en el fútbol español.

"Le entregamos las llaves a Villar y a sus adláteres" dijo José María Ruiz Mateos, hijo. "para que ellos se hagan cargo del club. Que sea Villar quien pague los 127 millones. El Rayo y Vallecas son suyos". El hijo de la presidenta asegura que "el Rayo no jugará ante el Ourense". "Y si nos sancionan", añadió, "que sepa Villar que se está sancionando a sí mismo. Porque él es el dueño del Rayo. El árbitro estaría comprado, descerebrado o bebido. O quizá cumplía órdenes, órdenes contra la familia Ruiz Mateos".

"Nos vamos"

Tras conocer tan sorprendente reacción, Gerardo González, secretario general de la federación, convocó una reunión con los miembros de la familia. A ella acudieron Teresa Rivero y su hijo José María. Y de ella salieron pensando lo "sino: "Nada ha cambiado. El Rayo no juega y nosotros nos vamos. Hemos pedido que se repita el partido del Lleida y nos han dicho que no es posible". Se le comentó a Teresa Rivero si bastaría con que hubiera una suspensión cautelar de las tarjetas. Y su respuesta fue: "Eso no lo podemos prever".Lo cierto es que el Rayo presentará hoy una alegación, cuando se conozcan las sanciones, y será el Comité de Apelación quien considere si deben suspenderse cautelarmente aquéllas. El mejor aval del Rayo es, curiosamente, el acta del árbitro.

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