_
_
_
_
Entrevista:

"Madrid es hoy la capital mundial de la solidaridad"

Joaquín Antuña (Mieres, 1940) es un asturiano cosmopolita hoy afincado en Madrid, de alto porte y mirada directa. Educado en el colegio de Areneros, cerca de Argüelles, cursó derecho y decidió iniciar una carrera como funcionario internacional que le llevó a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En la Ciudad Eterna conoció a Aurelio, Peccei, uno de los fundadores del Club de Roma, cuyas obras Antuña tradujo no sólo en los textos (se dedicó a la traducción profesional) sino a su propia vida, al incorporar las reflexiones del prócer italiano, a su acervo de ideas. Con él participaba en la conciencia de los riesgos que penden sobre nuestro planeta, señaladamente el hambre y la carrera de armamentos. Decidió luchar por su cuenta contra esas lacras. En 1982 creó una organización no gubernamental, Paz y Cooperación, asociada a las Naciones Unidas en 1994, dedicada a paliar este azote que aflige a medio mundo, y que obtuvo la calificación de mensajera de la paz en 1987. Hoy a las 12.00, en el Centro Cultural de la Villa, su organización entrega el XII Premio Internacional con el que Paz y Cooperación distingue a escolares del mundo que se han destacado en la lucha contra el hambre, por la paz y la amistad entre los pueblos.Pregunta. ¿Cómo se comprometió con esta causa?

Respuesta. Me considero discípulo de Peccei. Descubrí, con otros muchos, que era preciso unir los asuntos de la paz, el desarme y la cooperación en la encrucijada de Ios derechos humanos. De ello surgió la idea de este premio escolar internacional, avalado por la ONU, que este año lleva por lema Alimentos para todos.

P.¿Cuántos escolares han presentado sus trabajos al premio?

R. Unos cien mil, de 55 países. Hay escolares galardonados de Túnez, Venezuela, Irán, Azerbaiyán, República Democrática del Congo, algunos españoles también, y de otros países, y les será concedido simultáneamente en la capital surcoreana, Seúl, y en Washington, donde, al igual que en Canadá, el premio ha adquirido gran relieve.

P. Cuando un activista de la paz, como usted, lucha contra la desigualdad suelen llamarle subversivo. ¿Cómo logró evitar esa etiqueta?

R. Hay que ser un subversivo del espíritu, pero sin violencia. Aunque la buena voluntad planetaria queda por encima de esas etiquetas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

P. Si existe un rango entre capitales de la solidaridad, ¿qué posición ocupa Madrid?

R. Madrid bien puede ser hoy, por su extraordinaria sensibilidad ante estos asuntos, la capital mundial de la solidaridad.

P. ¿Cómo lo explica?

R. El viejo espíritu libertario español, históricamente algo violento, se ha trocado hoy, con la democracia, en un individualismo muy creativo para las acciones solidarias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_