Jospin advierte a la patronal que las presiones no cambiarán su posición

El Gobierno francés lamentó ayer la dimisión del presidente de la patronal, Jean Gandois, pero advirtió a las organizaciones empresariales que todo intento de presión sobre el Ejecutivo está condenado al fracaso. "El Gobierno de Francia no va a convertirse en rehén de un grupo de interés o de presión, la crisis de la patronal y la dimisión de Jean Gandois no modificarán la decisión gubernamental de regular por ley las 35 horas semanales", subrayaron portavoces del palacio de Matignon (residencia del primer ministro, Lionel Jospin).

Por si quedaba alguna duda, el propio primer ministro afirmó en la primera sesión parlamentaria del debate sobre el Presupuesto de 1998 que él prefiere "ser sancionado por la política que por el abandono de la política". Felicitado calurosamente por sus socios comunistas y ecologistas, Lionel Jospin dijo, en dirección a los bancos de la oposición conservadora, que "hay que acostumbrarse a que el Gobierno cumpla los compromisos esenciales contraídos con el pueblo francés".También la ministra de Trabajo, Martine Aubry, salió al paso de las tibias críticas de la derecha emplazándola a comprobar la eficacia de las medidas de reparto del tiempo de trabajo. "Dentro de unos meses veremos quienes de ustedes y de nosotros van a favor de la historia", apostilló la ministra.

El primer ministro se mostró convencido de que, finalmente, volverán a retomarse las negociaciones con las empresas. Y, tras indicar que la patronal no ha presentado alternativa alguna al problema del paro, Jospin se preguntó en voz alta si su Gobierno debería haber renunciado "a cambio de nada, sin contrapartida alguna" , a uno de sus compromisos esenciales con el electorado.

"La actitud del Gobierno francés no es la de dar lecciones a otros países, sino, simplemente", indicó, "la de no conformarse con estar en el pelotón de cola del conformismo europeo. Yo propongo", dijo el primer ministro, "que Francia tome la iniciativa en la Europa que queremos construir, que juegue un papel motor en la lucha contra el paro que afecta a 20 millones de europeos".

Mientras arreciaban las críticas sindicales y políticas, la patronal se mantuvo en una actitud más discreta, reiterando su negativa a participar en las conversaciones. En todo caso, la dimisión del todavía presidente de los empresarios acredita el ascenso del sector más duro de la patronal y presagia relaciones laborales bastante tormentosas.Debate en España

[Los sindicatos españoles reiteraron su apuesta por la reducción de jornada, que ya han empezado a debatir con la patronal CEOE. La comisión ejecutiva de CC OO aprobó una resolución en la que apuesta por una jornada semanal de 35 horas y pide que, en los casos de distribución irregular de los horarios, se asegure que está justificada por necesidades de producción mediante límites y se regule su compensación.

Desde UGT, el dirigente de banca, Juan Sánchez, afirmó que su sindicato está dispuesto a negociar la ampliación del horario a las tardes en las entidades financieras, pero reivindicará una reducción de la jornada laboral semanal a 35 horas. El líder del metal, Manuel Femández Lito, afirmó que ese re corte de jornada sería "un elemento positivo" para la creación de empleo, aunque el Gobierno del PP no cree en esta medida, sino en la flexibilidad].