Todos los elogios, para el portero holandés

Ruud Hesp fue ayer el héroe del partido y quien se llevó todos los elogios. A sus excelentes intervenciones añadió la acción decisiva cuando detuvo el lanzamiento de penalti de Amato a pocos minutos del final. Hesp, le dedicó la acción a su compañero Amor, que fue quien cometió la falta que el árbitro sancionó como penalti y que luego fue relevado por Roger "Se lo dedico a Amor", señaló Hesp, "porque le vi muy decepcionado".El portero holandés, cuestionado en ocasiones por muchos aficionados azulgranas y que ocupa la titularidad después de que Vítor Baía se lesionara a principios de temporada, realizó un detallado relato de cómo consiguió salvar la victoria para su equipo. "En el partido que disputamos aquí en la pretemporada, Amato me lanzó un penalti y lo hizo por el mismo lado. Por eso esta vez esperé y miré. Tuve un poco de fortuna, pero estoy muy contento", explicó. Y agregó: "No era fácil ganar aquí. Y nosotros ya lo hemos hecho. Ahora llevamos ya siete puntos de ventaja a nuestros seguidores [el Madrid ha jugado un partido menos, que disputará hoy en el campo del Sporting] y les metemos presión a nuestros rivales". También los rivales

La excelente actuación de Hesp fue valorada no sólo por su entrenador y sus compañeros, sin también por sus rivales. "Hemos visto a un gran portero, a un gran Hesp", dijo Van Gaal, que incidió de nuevo en que los azulgrana no están aún jugando a un buen nivel y que deben mejorar para evitar perder en los próximos compromisos. "Pero me gustó toda la defensa. Ya había avisado de que el Mallorca era un equipo peligroso en el juego aéreo. Tiene hombres que dominan ese juego y que aprovechan muy bien los centros de Stankovic, como Campo, Amato, Romero, Marcelino. Creo que nos hemos defendido muy bien contra los córners".

Sin embargo, los mejores elogios le llegaron a Hesp por parte del presidente mallorquín, Bartolomé Beltrán. "Con el penalti ya veía el empate. Lo vimos todos. Pero Hesp fue muy inteligente. Le entregó el balón a Amato y le intimidó mirándole a los ojos. Realizó toda la liturgia propia de un gran portero. Y paró el balón".

Béltrán acogió la derrota con resignación. Ya antes del partido había evitado cualquier euforia. "Nuestro objetivo es mantener la categoría. Lo de clasificarnos para la UEFA es demasiado prematuro", dijo. Sin embargo, dejó entrever una leve sonrisa al comentar que el partido había supuesto unos ingresos de 150 millones de pesetas -70 de taquilla- para su club.