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GENTE

OTRA PICA EN FLANDES

Holanda y España van borrando poco a poco esas enemistades históricas que llevan a los padres holandeses aun hoy en día a amenazar a sus hijos con un coco muy singular: " O te portas bien o te va a llevar el duque de Alba", dicen en recuerdo a esa figura que reprimió duramente los primeros levantamientos de los protestantes. Ahora, la corporación de Egmond van de Hoef, de donde proviene el título del conde Lamoraal de Egmond, decapitado por orden de Felipe II, invitó al embajador español José Pons a la inauguración de una estatua en conmemoración a una figura cuya vida sirvió de inspiración a la tragedia de Goethe Egmond y a la obra del mismo título que compuso Beethoven. Las autoridades querían reconciliarse con el pasado y demostrar que perdonaban al conde, durante mucho tiempo fiel servidor de Felipe 11, que fue acusado de traición y decapitado en la Grand Place de Bruselas cuando decidió ponerse del lado de los sublevados flamencos contra la Corona española en 1568. El discurso del embajador resaltando la tolerancia y afirmando que "los símbolos de la libertad tienen ya valor universal" arrancó grandes aplausos y puso una nueva pica en Flandes.-

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