Cantatore se convierte en grito de guerra
Valladolid tenía paz. El viernes, con el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, como mediador, Cantatore y el presidente en funciones, Marcos Fernández Fermoselle, firmaban una tregua después de los conflictos que habían metido al Valladolid en una tremenda crisis institucional y deportiva. Las peñas hicieron gestos de responsabilidad y desconvocaron la pañolada prevista para el inicio del partido. Tenían la intención de dar la espalda al palco pero miraron de frente y aplaudieron al equipo. Parecía haber comenzado una nueva era pero a los cinco minutos el Valladolid encajaba un gol y Cantore volvía a ser el grito de guerra para protestar por una situación inverosímil. Los hermanos Fernández Fermoselle manutuvieron su intención de no acudir al palco para evitar problemas innecesarios y se libraron de escuchar, otra vez, el nombre que tantas complicaciones les ha traído en los últimos tiempos. Kresic pensaba recibir una nueva situación, una situación pacificada, pero sólo la tuvo a medias. El Valladolid continúa extraviado.
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