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LA BODA REAL

El guateque real acabó a las seis de la mañana

Cristina e lñaki durmieron poco ayer. La noche anterior había sido larga. Fue la de su despedida de solteros y quisieron exprimirla al máximo. El novio aguantó más que la novia y se recogió a las seis de la mañana, cuando los últimos invitados abandonaban la fiesta del hotel Juan Carlos I. Todos los asistentes coincidieron en una cosa: fue una gran fiesta. Tras la cena bufé, que concluyó poco después de las doce de la noche, comenzó el baile.Hubo música enlatada respetando los gustos de los anfitriones, pero también sonó en directo. Así Señor, uno de los grupos de moda, lanzó con sus rumbas a casi todos los asistentes hasta la pista de baile. También subió al escenario Fran Mercader, uno de los músicos que acompaña habitualmente a Joan Manuel Serrat.

Pero las estrellas de la noche fueron las primas y algunas amigas de doña Cristina, que sorprendieron a la novia con una versión muy particular del Obladí, oblada de los Beatles ante la algarabía general y la risas de la homenajeada.

El novio bailó con todas las invitadas que pudo. La novia hizo lo mismo con sus amigos. Cristina tuvo una atención especial a sus amigos los deportistas con minusvalías con los que ella colabora desde hace muchos años. Otro de los más solicitados de la noche fue el príncipe Felipe, quien aunque bailó con muchas amigas, hizo algún que otro aparte con Victoria Borbón Dos Sicilias, la única soltera de la familia. Su hermana Cristina es hoy testigo de la boda. Entre los 650 asistentes al guateque había muchos deportistas.

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