La camiseta de Juninho
Kaamark, el marcador del brasileño, rechaza el cambio de elástica
Kaamark tampoco quiso la camiseta de Juninho esta vez. En Madrid, cuando el brasileño le ofreció el intercambio, el sueco dijo que no. Que cómo iba a aceptar su prenda si después de torturarle con una vigilancia tan obsesiva va el pequeñito y marca el gol decisivo. Se emplazaron para la vuelta. "Si no te dejo tocar el balón, nos la cambiamos en Leicester", le prometió.Pero ayer, cuando concluido el partido Juninho se le acercó para proponerle el canje, Kaamark volvió a resistirse. "Has vuelto a marcar, así que nada:". "Ya", le contestó el brasileño, "pero yo no era por entonces misión tuya". Da igual. El sueco no había dejado tocar el balón a Juninho durante todo el partido, pero se sintió responsable de su gol. Bien poco le importó que todo sucediera unos minutos después de que Martin O'Neal le mandara a la defensa y le liberara del marcaje al brasileño. Kaamark es así (lleva diez diez aprendiendo español porque pese a que sabe cinco idiomas consideró imperdonable que en Madrid alguien quisera hacerle una entrevista en castellano y no supiera hablarlo). Así que ayer, cuando terminó el partido, el sueco se fue a por Prodan y se llevó la del rumano."El niño está en racha"
Todas las miradas señalaban al mismo sitio. A José Mari, elevado por todos en el Atlético a la categoría de redentor. "El niño está en racha", afirmó Jesús Gil, quien además cree saber por qué el sevillano se está convirtiendo en el reactivo del equipo: "Cuando sale pesca a todos cansados y él, en cambio, está muy fresco. Por eso Antic le saca en las segundas partes".
José Mari era ayer un chaval feliz. Su actuación, eso sí, mete en problemas a Antic, que debe plantearse si este jugador está más para ser titular que para comer pipas en la banquillo. El sevillano, de momento, está tranquilo: "Acabo de llegar. De momento estoy contento".
Antic también alabó a José Mari -"su salida fue determinante porque Kaamark se fue a por él y dejó libre a Juninho", dijo-, pero pese a la alegría que le produjo su acierto en el cambio el técnico reconoció haberlo pasado muy mal. "El Leicester", dijo, "ha sido tan fuerte como se pensaba e incluso más. Nosotros hemos perdido demasiadas ocasiones en la primera parte y eso nos complicó la vida. Porque ante un equipo como éste no basta con jugar bien, hace falta marcar goles y muy pronto. Ellos, sin hacerlo muy bien, pueden anotar en cualquier momento".
A la hora de señalar un momento clave en el encuentro, Antic tampoco se refirió a la entrada de José Mari: "La expulsión de Parker ha sido decisiva. No sólo nos devolvió la igualdad numérica, sino que el Leicester se quedó sin, con mucho, su mejor jugador".
Para Martin O'Neill, el técnico del Leicester, ese suceso también fue el que inclinó la balanza hacia el lado rojiblanco. "El árbitro ha estado muy mal. Ningún árbitro del mundo expulsa a un jugador por, lanzar una falta antes de tiempo", dijo.
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