Djordjevic decide un partido a su medida

Djordjevic decidió un partido a su medida. No quedó duda sobre quién aprovechó mejor la barra libre ofensiva en que desembocaron los planteamientos de Manel Comas y Manuel Hussein. El Gran Canaria es un equipo concebido para el ataque. Cuenta con tres auténticos anotadores, Morton, Hopkins y Burditt. Promedia más de 90 puntos por partido. Ayer igualó sus prestaciones habituales, pero no pudo evitar que el Barcelona le respondiera con la misma moneda y, lo que fue peor para el conjunto grancanario, que en las filas azulgrana estuviese el jugador capaz de dar una vuelta de tuerca más cuando de intercambio de canastas se trata.Djordjevic soltó su brazo en los momentos decisivos. Hubo un vaivén en el marcador durante todo el partido. Tan pronto se adelantaba uno como el otro. Las ventajas máximas no pasaban de los cinco (74-69) o seis puntos (43-49). Y así se llegó a los últimos cinco minutos, con una igualdad hasta entonces divertida pero que a medida que el reloj llegaba al final pesaba más en el ánimo de los jugadores. Djordjevic eligió ese momento para enchufar tres triples casi consecutivos -su serie en este apartado fue inmaculada, con un cuatro de cuatro- y otra canasta de dos puntos que desahució prácticamente al Gran Canaria (86-91 a falta de poco más de dos minutos). Se fue por tierra entonces la gran superioridad de los pivots del Gran Canaria.

El Barcelona, que no pudo contar con los lesionados Dueñas y Andreu, acabó despreciando el cuerpo a cuerpo bajo el tablero para dar rienda suelta al talento y las muñecas de sus jugadores exteriores, como Esteller, Fernández y el propio Djordjevic. El Barça tuvo su talón de Aquiles en el rebote defensivo. Los jugadores canarios se anticiparon de forma constante cuando de atrapar balones sueltos en ataque se trataba. Pero el equipo de Hussein se mostró muy corto de efectivos y carente de respuestas defensivas para ensombrecer el talento de Djordjevic.

El Barcelona, en cambio, acertó a esconder los numerosos inconvenientes: escasez de pívots, discreto momento de forma de, Nicola, falta de ritmo de Xavi Fernández y la floja defensa de Mustaf sobre Burditt, entre otras cosas.