El secreto mejor guardado

El secreto mejor guardado de toda novia es el de su traje. Si se trata de una boda real toda precaución es poca. Cualquier filtración rompería la sorpresa. Doña Cristina lleva los preparativos con gran discreción, aunque ya han trascendido algunos detalles del modelo que lucirá.La Infanta ha elegido un traje sencillo, acorde con sus gustos a la hora de vestir, y sin mucha cola para poderse mover sin problemas en los actos que seguirán a la ceremonia.

Su hermana doña Elena optó por un traje con un gran velo y una larga cola. El diseño de Petro Valverde contemplaba en aquella ocasión una modificación. Tras la ceremonia, la Infanta se refugió en una estancia de la catedral y el modisto suprimió una de, las faldillas para hacer el vestido más cómodo. Esta vez no está previsto que doña Cristina sufra un retoque en su vestido, ya que ha elegido uno más cómodo al tener que desplazarse durante 30 minutos en un Rolls por las calles de Barcelona, asistir a una salve en la Mercé y acudir después al banquete.

Quién es el encargado de su confección es otro gran secreto. Doña Cristina al parecer ha escogido a un diseñador de Barcelona, donde ella vive y donde se han realizado todas las pruebas. La Infanta ha viajado en varias ocasiones este verano desde Palma de Mallorca hasta Barcelona para seguir la confección de su traje.

Desde hace semanas se busca el taller donde se cose el vestido más esperado. Algunos de los grandes modistos de la ciudad han confesado abiertamente no haber recibido el encargo. Todas las pistas conducen a Margarita Nuez, una de las diseñadoras que habitualmente trabajan para la Infanta y para la Reina. La modista rehúye desde hace días el acoso de la prensa cuando intenta recabar información sobre el traje de novia de doña Cristina. Tanto hermetismo hace sospechar que en el taller se ha recibido el tan ansiado encargo.

Los diseños de Margarita Nuez son sencillos y a la vez clásicos. En su taller de Barcelona se han confeccionado muchos de los vestidos que doña Cristina luce en sus actos oficiales. La modista cuida con esmero las chaquetas y gusta de combinar diferentes tejidos para un mismo modelo. Son famosos sus bolsillos plastones. Sus novias son clásicas y a la vez sobrias, dos requisitos que la Infanta quiere para su vestido y para el peinado que le hará Llongueras, su peluquero habitual.

El sábado día 4 poco antes de las 11, cuando la Infanta salga del Palacete Albeniz acompañada de su padre, el Rey, el secreto mejor guardado dejará ya de serlo.