Maradona:"No doy más, me voy, no quiero saber nada"

Ayer por la tarde en Buenos Aires, Diego Armando Maradona anunció que el domingo, cuando el Boca se enfrente al San Lorenzo por la quinta jornada de la Liga, jugará el último partido de su vida profesional. "No doy más,me voy, me retiro, no quiero saber más nada". Poco antes había dicho que haría al fin lo que le pidiera su padre. "Si él me lo pide, dejo el fútbol". Maradona está harto hasta de sí mismo. "No importa nada, ni siquiera Maradona. Que se vaya a la puta madre que los parió".

Todo es vértigo. La vida de Maradona, que se desarrollaba hasta ahora a la velocidad del sonido, transcurre estos días a la velocidad de la luz. El control antidopaje que se realizó por orden de un juez en el laboratorio-forense el pasado lunes, tras el partido que disputó el domingo, había dado "positivo" el martes hasta que resultó "negativo" ayer, miércoles, según dijo su abogado defensor. Los resultados no se harán públicos porque el juez quiere preservar la intimidad del jugador. Pero ayer, miércoles, se aguardaba ya el resultado de un nuevo control que el jugador se realizó por la mañana, unas 12 horas después de volver a jugar el martes por la noche con el Boca frente al Vélez y de ser destacado de forma unánime como el mejor jugador del campo.Todo es vértigo, declaraciones, conspiración, compló, denuncias. Los rumores que le persiguen a donde vaya y haga lo que haga han encerrado nuevamente a Maradona en un sitio, un país, sin salida para él. Alrededor del paraíso verde y rectangular de un campo, donde recupera el sentido, el genio y la capacidad de ser todavía el mejor de todos, le aguarda un foso en llamas. Las bocas de fuego de la prensa, los micrófonos y las cámaras le persiguen como nunca antes. Se presiente el final. Se sabe que algo va a estallar en cualquier momento y nadie quiere perderse la oportunidad de estar ahí cuando suceda.

Otro de los procesos en su contra, el que se le sigue desde hace cuatro años por balear con un rifle de aire comprimido a los periodistas que rodeaban su casa de fin de semana,quedó listo para una sentencia que seguramente le será desfavorable y por la que puede ser condenado. A cada paso el público le grita " ¡aguante, Diego!", expresión que significa para ellos "resiste hasta el fin". La multitud colma los campos para verle por última vez. En cada partido el Boca recauda más dinero que todos los otros equipos juntos. La televisión y los anunciantes pagan 10 veces más si juega Maradona. Él es en realidad la llamada "droga social" que consume el fútbol argentino. Pero esta vez parece que se acabó, no hay más Maradona.