El chófer de Diana conducía bebido y a 200 por hora en el momento del accidente

El conductor del Mercedes en el que encontraron la muerte la princesa Diana y su amigo Dodi Fayed conducía bebido y a 200 kilómetros por hora en el momento del fatal choque, según las primeras investigaciones de la fiscalía de la capital francesa. Henri Paul, número dos de seguridad del hotel Ritz, propiedad de los Al Fayed, donde el sábado cenaron Diana y Dodi, tenía 1,75 gramos de alcohol por litro de sangre, más de tres veces por encima del límite legal, una concentración que reduce drásticamente la percepción, la coordinación y los reflejos del conductor. Uno de los fotógrafos detenidos por el accidente ha declarado que, antes de salir del hotel, Henri Paul les dijo con aire desafiante: "No hace falta que nos sigáis, porque no podréis alcanzarnos".

La fiscalía parisiense, que acusará a varios fotógrafos por no auxiliar a los accidentados, dio ayer un golpe de timón radical a las especulaciones sobre las causas del accidente cuando informó de que el conductor tenía una concentración de alcohol con un nivel que "tiene carácter delictivo". Los paparazzi y sus abogados acogieron con satisfacción la noticia, pero aun así pesa sobre ellos la citada acusación. La familia de Dodi quiere que sean juzgados por homicidio involuntario. Un periódico sensacionalista alemán publica hoy las primeras fotos del automóvil con cuerpos aún en su interior. La difusión de las imágenes, pese a estar tomadas a gran distancia, originó anoche airadas críticas desde Inglaterra. En Londres, mientras, miles de personas firman en el libro de condolencias ante el palacio de St. James. En la capilla descansa el cuerpo de Diana, a la espera del funeral real que se celebrará el sábado en la abadía de Westminster.