Cascos pide a CiU que no plantee nuevas demandas hasta las próximas elecciones

El anuncio de las nuevas reivindicaciones autonómicas que preparan los nacionalistas, catalanes para la vuelta del verano ha sido acogido con un frenazo en seco por parte de los populares. Si el presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, calificaba hace dos días de "exigencias absolutamente inoportunas" las demandas de Jordi Pujol, ayer era el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, quien advertía que los traspasos de competencias no previstos en los acuerdos de legislatura serán considerados "planteamientos de futuro" y se deberán dejar para el día siguiente de las próximas elecciones generales.

Jordi Pujol, el presidente de la Generalitat de Cataluña y líder de CiU, tiene intención de convocar en septiembre a todos los partidos parlamentarios, autonómicos para explorar la posibilidad de que se sumen a sus reivindicaciones de mayor soberanía política y fiscal para Cataluña a fin de que sea entonces el Parlament la vía que encauce las nuevas peticiones nacionalistas, aunque manteniendo CiU su capacidad de negociación bilateral con el Gobierno central.Preguntado en una entrevista concedida a Europa Press acerca de las reivindicaciones que CiU planteará en septiembre, dentro. del "nuevo horizonte" que Pujol busca para Cataluña, Alvarez Cascos se ciñe a la actual legislatura. Rehúye incluso la posibilidad de que la Generalitat vaya a poder tramitar las pensiones: "Eso ya forma parte de otro escenario, el político, no el de la estabilidad y el cumplimiento de los pactos".

"Creo que hay unos compromisos para esta legislatura que afectan a muchos frentes, uno de ellos el presupuestario-económico, el cumplimiento de los objetivos de Maastricht, el cumplimiento de la inflación y determinadas prioridades presupuestarías, que se están cumpliendo", dice Cascos. "Que luego exista para el futuro un escenario de nuevas reivindicaciones en el sistema de financiación autonómico o en determinadas competencias", añade, "vamos a dejarlo para ese terreno del debate político que no afecta a la estabilidad y que lo único que representa es que estamos conversando fuerzas políticas distintas. Por tanto, al ser distintas y no tener unidad de criterio en el ciento por ciento de las cuestiones, a veces es más noticia la discrepancia que la coincidencia". "Estoy seguro de que ese planteamiento es un planteamiento de futuro", advierte a CiU.

Cascos insiste en su mensaje a Pujol: "Vamos a dejar que llegue el futuro. De momento, nosotros, a trabajar en el día a día, a seguir cumpliendo los pactos, a seguir reafirmando la estabilidad, a seguir brindando a los españoles resultados en las cuestiones que les preocupan en materia económica, social y cultural. Y vamos a dejar para el día después de las próximas elecciones el planteamiento de nuevos objetivos de pactos para el futuro".

El vicepresidente, no obstante, aprovecha para tranquilizar al líder de CiU ante un posible pacto autonómico entre el PP y el PSOE: "Hay algo que afecta al ámbito autonómico, y que, en cambio, no afecta a las conversaciones con CiU, que es, por ejemplo, la reforma del resto de los estatutos de las comunidades del 143 [las de vía lenta]. No creo que CiU tenga interés en discutir el techo de autogobierno de Asturias, de Castilla y León o de Murcia".

Pese a esta aparente buena sintonía con el PSOE, Cascos augura a Joaquín Almunia problemas al frente del partido después de haber, sustituido en la Secretaría General a Felipe González, ya que todas las operaciones de relevo, dice, "son muy delicadas". "Lo sé por experiencia propia", confiesa.

Cascos pone como ejemplo lo sucedido con el PCE, cuando los comunistas sustituyeron a Santiago Carrillo, o cuando en 1986 Manuel Fraga dejó de liderar el PP: "Por eso sabemos lo que son las dificultades. Incluso en el PNV la sustitución de Carlos Garaikoetxea provocó una fractura en ese partido".

"Ahora el PSOE", dice Cascos, "se enfrenta a la sustitución en el liderazgo de González. Lo único que quiero aportar desde la experiencia es que esas operaciones no salen porque sí a la primera. Y yo le deseo al PSOE toda clase de éxitos en su consolidación como partido de la oposición porque algún día ganará unas elecciones y volverá al Gobierno. Desgraciadamente para ellos, más tarde de lo que presumían en sus previsiones de hace un año, cuando pensaban que esto era un pequeño paréntesis".