Georgia firma el primer compromiso de paz con su provincia rebelde de Abjazia

Los líderes de Georgia y de su rebelde provincia de Abjazia, que disfruta de una independencia de facto desde 1992, alcanzaron ayer un compromiso para resolver sus diferencias por la vía pacífica. La declaración, firmada por. Edvard Shevardnadze, presidente georgiano y antiguo ministro de Exteriores soviético, y el dirigente abjazo, Vladislav Ardzinba, recoge la "obligación de no usar las armas para resolver las diferencias entre ellos y, bajo ninguna circunstancia, permitir un nuevo derramamiento de sangre". Es el primer paso hacia un acuerdo definitivo de paz con la mediación de Moscú, que mantiene desde 1994 fuerzas de interposición entre los dos bandos.Se trata del primer compromiso alcanzado entre las dos partes desde que Abjazia se levantó contra Tbilisi en una victoriosa guerra que se cobró unas 10.000 vidas entre 1992 y 1993. La Firma se celebró en presencia de Yevgueni Primakov, ministro de Exteriores de Rusia, que promueve el regreso de Abjazia al seno de Georgia dentro de un régimen de amplia autonomía. La provincia rebelde, sin embargo, aspira a una confederación.

Abjazia es la región más bella y rica de Georgia, a orillas del mar Negro, y 150.000 miembros de la etnia georgiana reclaman la paz para poder regresar a sus hogares. Primakov aspira a poder acoger pronto en Moscú la firma de ese acuerdo definitivo entre las dos partes bajo el auspicio del presidente ruso, Borís Yeltsin.

El mandato de las tropas rusas expiró el pasado 31 de julio, pero se quedarán en la zona hasta que su suerte sea decidida en septiembre por los líderes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que agrupa a 12 de las 15 repúblicas ex soviéticas. Georgia quiere que las fuerzas de paz prosigan su labor y ayuden a la repatriación de los refugiados.

Shevardnadze ha pedido a Moscú que no levante las sanciones impuestas a Abjazia hace dos años por los líderes de la CEI.