El Madrid de los 'descartables' no pasa del aprobado ante un 'segunda'

Era algo así como un examen. Al menos, eso se decía. El asunto fue anunciado como la gran prueba de fuego para los jóvenes, y no tan jóvenes, del Madrid. La selectividad, quizá. A Heynckes le tocaba juzgar a los descartables, el concepto de moda del verano 97. Usted, suspenso. A la calle. Pero no parece probable que el entrenador del Madrid tome sus decisiones exclusivamente por lo ocurrido ayer en Leganés. Porque entonces Secretario sería titular indiscutible. Y Jaime podría no sólo soñar, sino aspirar al Balón de Oro.Lo único deducible es que Jaime salió condecorado del partido de ayer. No será él uno de los que emigre del Bernabéu. Pero para llegar a esa conclusión no hacía falta visitar Leganés. Ni para saber que a Heynckes le encanta Guti. Más difícil es el asunto del centro de la defensa, donde se hospedaron dos futbolistas, Fernando Sanz y García Calvo, que además de ir de la mano en todos los créditos no dejan de acumular interrogantes. Ninguno dijo nada que no se supiera. Estuvieron sobrios, lo que no es poco. Más allá fue Secretario, otro de los que arrastran la cruz, que se mostró rápido, suelto, entero, seguro de sus fuerzas, haciendo gala de un desparpajo en la tarea que habría hecho alucinar al Bernabéu.

El partido, como era de esperar, dijo futbolísticamente bien poco. El Leganés mordió en el mejor sentido con Alfredo a la cabeza, y puso en ciertos apuros a un Madrid que se salvó de la quema porque Seedorf está muy por encima de probaturas y porque Jaime salió con matrícula de honor de un supuesto examen que con él, y con otros muchos como él, léase Cañizares, Víctor o Guti, no iba.