El rey

Nadie apuesta por Morceli, pero conviene tener el máximo respeto por un atleta que tiene dos récords fabulosos (3.27.37 en 1.500 y 3.44.39 en la milla) y que ha ganado todo. En los Mundiales siempre se ha mostrado brillante. Ganó con 21 años el Mundial 91, con aquella última vuelta en 51 segundos, y no ha parado hasta ahora: venció en Stuttgart 93 y en Gotemburgo 95. Este año ha dado muestras inesperadas de flaqueza. No ha bajado de 3.33, un registro que conseguía con 19 años. En esta temporada se ha visto mermado por una lesión y por el trabajo estajanovista que ha desarrollado desde 1990, es decir, desde que comenzó su indiscutible dominio en el mediofondo. Cualquiera que sea su condición física, no se puede descartar de la pelea al rey de la distancia. En otros tiempos hubiera ganado con su progresivo cambio de ritmo en los últimos 500 metros, pero ahora jugará otro papel: vigilará y esperará. Y como categoría no le falta, Morceli todavía puede ser determinante.