La Liga sin las estrellas
Las figuras francesas, ausentes de su campeonato, que comienza hoy
Francia es, desde hace unos años, el principal exportador europeo de futbolistas. Este verano, tras un nuevo éxodo de figuras, los clubes franceses han vuelto a rebañar el fondo de sus canteras y se disponen a comenzar hoy una Liga temprana y acelerada, que discurrirá en paralelo a los preparativos del Mundial-98. Los aficionados no pierden de vista a los miembros de su selección, una legión extranjera desperdigada por España, Italia y el Reino Unido, pero confían en que la cosecha de jóvenes talentos sea tan buena este año como en los anteriores. París Saint-Germain y Mónaco repiten como principales aspirantes.El fútbol francés es pobre, comparado con el de sus vecinos. Pero fabrica talento en cantidades masivas. A la ya madura hornada de los Djorkaeff (Inter), Zidane (Juventus), Karembeu (Sampdoria) o Lizarazu (Bayem) se sumó el año pasado otra generación, la de los Ibrahim Ba (Milán), Thierry Henry (Mónaco o Real Madrid) y Ndoram (Mónaco). En los próximos meses hará falta una nueva cosecha milagrosa para mantener su competitividad continental.
El Mónaco, actual campeón, ha perdido a su mayor estrella, el brasileño Sonny Anderson (FC Barcelona), y a tres defensas, Blondeau, Grimandi y Petit, atraídos por el fútbol inglés. La incorporación del delantero Japhet Ndoram, procedente del Nantes, y de algunos refuerzos más modestos, no parece suficiente para compensar las bajas. Desde 1992, ningún club ha ganado dos veces consecutivas la Liga francesa. Y el PSG, el club más potente, lleva tres temporadas sin lograr el título.
El PSG es el club más rico de Francia, pero, como los demás, se ve obligado a vender. Ya se ha desprendido este verano del centrocampista Benoît Cauet (Inter). Su entrenador, Ricardo, quedó sin embargo satisfecho del juego colectivo en el torneo amistoso de Berlín, en el que se midió con Milan y Bayern. El único refuerzo de importancia es Simone, que llega del Milan para rematar su carrera en Francia.
Un tercer equipo, el Olímpico de Marsella, aspira al título. Pasado ya el trauma de la corrupción bajo el mandato de Bernard Tapie, el drama de la relegación a la segunda división y la amargura de un retorno a primera, el año pasado, carente de toda gloria, la vieja institución marsellesa quiere volver a ser lo que era. Para ello se ha reforzado abundantemente. Entre sus fichajes destacan el ex barcelonista Blanc, el ex nantés Makelele y el ex bordelés Colletier.
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