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Garro sale absuelto del pago de facturas falsas a Publitax por "graves lagunas" en las pruebas

El ex director general de Banesto, Fernando Garro, ha resultado absuelto de los delitos de apropiación indebida y falsedad en documento mercantil por el pago de dos facturas falsas de 44,8 millones de pesetas a la empresa fantasma y disuelta en el momento de la operación, Publitax Publicidad, al hallar el tribunal "graves lagunas" en los hechos enjuiciados. Los magistrados condenan a un año de cárcel a Lorenzo Pericats por un delito de falsedad en documento mercantil y al pago de una multa de 600.000 pesetas, aunque queda absuelto también de la apropiación indebida.

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El tribunal, compuesto por los magistrados Alfonso Guevara (presidente), Carlos Ollero (ponente) y Pilar Abad, consideró probado el pago por Banesto a través de dos cheques de 44,8 millones de pesetas, el 21 de febrero de 1991 y el 15 de marzo de 1991, de dos facturas de Publitax como importe del "estudio sobre las repercusiones de la crisis del Golfo Pérsico en el sector de la construcción e inmobiliario de Madrid y su área metropolitana".Dichas facturas iban firmadas por una persona inexistente llamada Ignacio Solchaga de Biedma, que actuaba como "consejero delegado", según una trama urdida por el intermediario de inmuebles Lorenzo Pericats.

La sentencia señala que Fernando Garro, director general de servicios de Banesto, "autorizó con su visto bueno el pago de las dos facturas sin que se haya acreditado que conocía que las facturas no eran auténticas... ".

Claves de la sentencia

Aquí, los magistrados han subrayado una de las claves de la sentencia: decidir si Garro sabía, o no, al firmar las dos facturas que eran ficticias o inauténticas.Para llegar a su conclusión, la sala señala algunos defectos insalvables en la instrucción de las diligencias. En primer término, según la sentencia "no han quedado suficientemente deslindadas las atribuciones que al referido cargo [director general de servicios e inmobiliario] correspondían".

La duda no fue disipada totalmente por la declaración de Garro en el juicio oral en el sentido de que él sólo se ocupaba de controlar formalmente los pagos. "Verdad", dice la sentencia, "que no parece razonable que a un cargo de dicha naturaleza correspondan exclusivamente los elementos puramente formales de las facturas que reflejan gastos y determinan pagos, pero nada impide que, en punto a tal cometido, ésa fuera en efecto su tarea y no otra, además de la detección de eventuales desviaciones presupuestarias de las distintas direcciones regionales de la organización".

El tribunal consideró que "en el proceso lógico técnico jurídico de una eventual condena de Garro por los hechos enjuiciados se encuentran graves lagunas que no pueden ser salvadas sin también graves contorsiones dialécticas y sin comprometer seriamente la verdad interina de inocencia que a todos ampara el artículo 24 de la Constitución Española".

Otro de los elementos determinantes de la sentencia es la inexistencia de pruebas sobre una relación entre Garro y Pericats. "Ni se advierte relación alguna con Pericats. Ni se percibe contacto alguno con Publitax. Ni se acredita acuerdo de especie alguna con el fallecido Paulino Elorriaga, por lo que los indicios de su participación en la causa se desdibujan paulatinamente hasta prácticamente desaparecer, lo que, a su vez, determina, inevitablemente, su absolución en lo que al indicado ílicito concierne".

La sentencia deja sin efecto las medidas cautelares a las que estaba sometido el acusado. En lo que se refiere a Pericats, los magistrados señalan que no teniendo capacidad de disposición de fondos en Banesto, núcleo central de un delito de apropiación indebida, el acusado no puede ser responsabilizado del mismo y que, en todo caso, la dinámica delictiva estaría emparentada con la estafa, delito por el que no se le acusó. En cambio, sí se le condena por falsedad en documento mercantil a un año de prisión y a una multa de 600.000 pesetas.

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