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TOUR DE FRANCIA 97

El Tour aprende a conocer a Ullrich

Desbiens gana por descalificación de 0utschakov 0 Riis quedó cortado unos kilómetros

Luis Gómez

Recién instaurado el reinado del joven Ullrich es necesario comprobar cómo ejerce el mando Qué tipo de líder es, cómo viste su autoridad. Si estamos ante un hombre voraz que, desata su ambición acumulando galardones o si seguirá el ejemplo de Induráin el jefe que dejaba hacer. Ullrich vivió un día tumultuoso en la salida (toda la atención estaba centrada en su persona) y un día apacible en la carretera. El Telekom permitió que otros equipos aprovecharan una etapa de tránsito y la victoria fue para el modesto Laurent Desbiens, del Cofidis, uno de los equipos más desgraciados de este Tour. El Cofidis se apuntó un tanto en, la guerra entre franceses que reina en este Tour.Cofidis, Gan, Casino, La Muttuelle, Big-Mat, Festina y La Francaise del Jeux. Siete equipos franceses compiten en este Tour, todo un récord, por expreso deseo de la organización, muy pendiente de que el ciclismo francés logre salir de la depresión. La decisión, en su momento, fue muy discutible porque algunos de estos equipos no daban la talla. Pero la cuestión es que, tanta aglomeración, ha provocado una lucha entre franceses. Se busca un personaje, se buscan hombres capaces de ser líderes, Francia necesita tener un. aspirante.

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Lo es Virenque, sin duda, pero no cuaja en los grandes titulares. Su debilidad en la contrarreloj es tan evidente que los propios especialistas franceses no acaban de creerse su candidatura. Máxime después de ver a Ullrich. Virenque, sin embargo, es la representación del Festina, un, equipo que se ha hecho un nombre en el pelotón, aun cuando su capacidad estratégica sea muy discutida por otros directores. Virenque es el favorito de la afición y. la, organización le cuida con esmero: ayer mismo se atendió una reclamación para devolverle los 20 segundos conque fue penalizado el martes por avituallamiento indebido dentro de los seis últimos kilómetros.

Pero Virenque es una cosa y los demás son otra. Francia entendió hace un año que Jalabert no podía con el Tour y se le ha dado un trato respetuoso pero frío. Con Jalabert no ha habido excesos. Sí los ha habido con Brochard, con Vasseur (convertido en un héroe tras su defensa del maillot amarillo) y con Moncassin, un sprinter que no acaba de ganar. Este chovinismo inevitable se reproduce en situaciones como las de ayer: Outschakov ganó el sprint, pero cerró a Desbiens. Desbiens es francés. Dos minutos tardaron los comisarios en darle la victoria.

El Tour, sin embargo, ha encontrado un líder que vende. Es Ullrich. Nadie discute a Ullrich salvo Virenque, que promete guerra en los Alpes, pero habrá que observar córno se, comporta con el maillot amarillo. Es una nueva experiencia para un muchacho de 23 años, pero transmite tal sensación de seguridad que no hay nadie capaz de encontrarle un punto débil: posee el mejor equipo, es el favorito para ganar la contrarreloj y no necesita moverse de su sitio. Puede ganar el Tour y tres etapas sin necesidad de volver a lanzar un ataque.

Pero habrá que observarle al detalle, porque ha sufrido un cambio brusco de papeles. El lunes era un suboficial, el martes fue un hombre libre durante nueve kilómetros y el miércoles se convirtió en el jefe del Tour. Ya no tiene por qué mirar atrás para buscar a Riis (descolgado ayer durante unos pocos kilómetros a causa de un corte en el pelotón por el viento). Sólo debe vigilar y hacer que la carrera vaya a. su gusto. Debe mandar. El Tour aprende a conocer a Ullrich.

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