Rápidos y cómodos
Etapa que llega a Burdeos, sprint seguro. Y tampoco falló ayer la tradición. Es normal, todo el recorrido suele ser llano aunque a veces sople el aire. La etapa estuvo animada por una fuga casi de ex Ferrettis (Vanzela y Saligari), en la que sólo sobraba Baffi, que, por lo visto, ya no está para ganar al sprint y lo intenta con fugas lejanas.Por detrás, hubo unos momentos de intranquilidad, porque más gente quería unirse a la fuga, pero los Gan se empeñaron en controlar. Entonces se fue muy rápido: los escapados llegaron a tener cinco minutos, y por detrás, aunque íbamos a 45 por hora todo el tiempo, no se les restaba tiempo. Ha habido también cierta libertad en los sprints intermedios y en las cotas de montaña. Así que hemos ido rápidos, pero no incómodos, sin latigazos ni acelerones o muchos frenazos.
Cómo no, también ha habido caídas. Un perro suelto provocó la de Heppner, a 60 kilómetros de meta. Luego se cogió a los escapados y para el resto nos las prometíamos tranquilos. Se iba fácil y cómodo. Pero, como todos los días, la típica caída y montonera cerca de meta. Esta vez, a seis kilómetros justos, en un sitio en el que no hay tiempo de reaccionar. Fue nada más pasar un viaducto, donde la carretera hacía un embudo. Yo llevaba dos kilómetros atrás porque andaba nerviosillo, y, claro, me quedé cortado. Tuvimos que pasar la mayoría por la acera. Hemos visto enseguida que andaban por allí Virenque y Dufaux y nos alegramos de que no nos tocara tirar; los Festina lo hicieron a tope, pero con lo poco que quedaba y lo rápido que se iba delante sabían que era imposible enlazar.
Los del Rabobank tiraban por delante aunque estuviera detrás Luttenberger. No se enterarían. En esos momentos no da tiempo.
Yo voy mejorando, aunque cuando paso algún bache, la espalda me recuerda que me he caído. Esperemos a ver que nos dicen mañana los primeros Pirineos.
Hemos estado en televisión y allí andaba Cipollini vestido de paisano. Impecable. Parecía un modelo de Armani o Versace, todo vestido de oscuro. Le he dicho a Marino "mira, éste es de los tuyos". Marino Alonso es muy elegante. Va a Madrid a comprarse la ropa y sólo viste Versace.
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