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TOUR DE FRANCIA 97

Zabel hereda el trabajo de Cipollini

El italiano, Berzin y Gotti abandonan la carrera- La enésima caída perjudicó a escaladores como Virenque, Luttenberger, Dufaux, Pantani y Leblanc

Luis Gómez

Erik Zabel reina después de Cipollini. Será un reinado corto y posiblemente menos comercial que el del italiano. Zabel tiene otras obligaciones y en su mano está intentar dominar el maillot verde. Cipollini es otra cosa; su personalidad es incuestionable y ayer dijo adiós al Tour. Su adiós fue voluntario, programado, diríase que alevoso: en Burdeos hay aeropuerto y es más fácil el traslado a su villa de Lucca, cerca de Florencia. Alegó oficialmente un golpe en el muslo. A Cipollini le acompañaron en su defección del Tour otros notables como Berzin (rotura de clavícula) e Iván Gotti (problemas en las cervicales). Hace unos días se hablaba de un Tour con muchas caídas pero con pocos abandonos. La estadística se ha normalizado.Zabel resolvió el sprint con comodidad. Mereció el honor de tener a Riis y a Ullrich como lanzadores. El Telekom ha decidido hacer este último acto de servicio a la vista de las facilidades con que contaba. El director Godefroot le había dicho a Zabel que, en lo sucesivo, debería buscarse la vida por su cuenta. Sin embargo, la retirada de Cipollini ha permitido cambiar de planes sobre la marcha. El largo trecho hasta la meta de Burdeos, grandes avenidas y pocos obstáculos en el camino, permitía un sprint limpio.

Naturalmente, se registró alguna caída que otra. Heptner, un duro gregario del Telekom, fue uno de los afectados en primera instancia. El pelotón volvió a partirse y, tras la grieta, quedó un numeroso grupo donde fueron sorprendidos hombres como Virenque, Dufaux, Luttenberger, Pantani y Leblanc, todos ellos escaladores. Sólo Escartín logró salir airoso entre sus iguales. Para quien haga sus cuentas la conclusión es bien simple: el escalador mejor colocado por el momento es el austriaco Lutenberger, aunque se viera implicado en el corte de ayer. Su diferencia respecto a Ullrich, el mejor situado de los favoritos, es de 1.17 minutos. Poca distancia para un escalador a estas alturas de la carrera. En un segundo nivel está Virenque, a 1.32 de Ullrich, luego Dufaux (a 2.04), Escartín (a 2.24) y Leblanc (a 3.19). Mucho más separado está Pantani (a 4.13), pero el italiano ya ha dejado bien claro que no ha venido a ganar este Tour. Vistas así las cosas, los escaladores tienen motivos para sentirse satisfechos: posiblemente habrían salido peor parados de una contrarreloj.

La retirada de Berzin y Gotti, justificadas, ambas, abre otro debate. Curioso si cabe. Gotti llegaba precedido de cierta fama por haberse adjudicado el Giro de Italia. Pero Gotti era un hombre sin aspiraciones desde el principio, lo mismo que Berzin. Gotti, Berzin, Rominger y Zülle. Juntamos aquí cuatro apellidos de hombres que han ganado grandes vueltas por etapas, pero nunca el Tour. Si exceptuamos el caso de Induráin hay que -remontarse muy atrás para encontrar corredores que hayan ganado Giro y Tour el mismo año. Cobra fuerza el argumento de que el Tour es tan exigente que sólo admite entre los aspirantes a quien no tenga otro compromiso en su cabeza. Por eso, no busquen pasadas referencias entre los actuales aspirantes.

La situación, por tanto, sigue en punto muerto. El único objetivo es no caerse. Olano habla claro en este sentido: "Yo no me fijo en los demás. Sólo me preocupo de mí mismo. Lo único que se puede apreciar es quiénes están activos y quiénes están con ganas. Nada más". El Tour se acerca a la montaña. Será el lunes cuando comiencen las hostilidades.

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