Razones para todo
España llega a su gran cita afirmada en su juego pero con dudas sobre su comportamiento ante un equipo como Rusia y en un encuentro de extrema responsabilidad, donde no hay posibilidad posterior de arregló. Luces y sombras de un conjunto que intenta atravesar la línea que separa el éxito del fracaso.
Para confiar
1. La preparación (los seis partidos anteriores) ha sido adecuada. En primer lugar, España superó la mala imagen mostradaen los encuentros pretorneo y se presentó en Badalona muy concentrada. Las tres primeras victorias lo confirmaron y sirvieron para alejar fantasmas. Luego llegaron Italia y Yugoslavia y pusieron las cosas en su sitio. A ambos se pudo ganar y con los dos se perdió. Lección supuestamente aprendida. En seis partidos han jugado con equipos de todos los colores, altos, menos altos, lentos, rápidos, buenos tiradores, defensas hiperagresivas... Un cursillo muy completo.2.Desde la etapa de los Fernandos (Martín y Romay), el equipo no había contado con una. pareja de pívots como Reyes y Dueñas. Les falta un hervor deportivo, pero hoy tienen el respeto de los rivales y en más de un encuentro han sido decisivos.
3. El estilo de Lolo Sainz (defensa, rebote y contraataque) es del gusto de los jugadores y, se adapta a sus características. La intensidad y eficacia defensiva ha sido buena, y ha llegado a excelente en ocasiones como en el primer tiempo ante Italia, donde la zona de presión 1-3-1 fue de manual.
4. Mike Smith, retirado temporalmente por Obradovic, ha vuelto a la actividad para dar velocidad y consistencia reboteadora al equipo. No se le han notado los meses de absurda inactividad.
5. El ambiente es bueno. Los jugadores saben lo que tienen que hacer y cada uno tiene el sitio asignado. No, hay piques, no hay sorpresas, todos trabajan en la misma dirección. Desde el inicio todos tenían una fecha en el calendario. Por fin ha llegado.
Para desconfiar
1. La historia reciente invita al desánimo. Desde tiempo inmemorial España no gana el partido decisivo. Alemania en 1993, China en 1994, Grecia en 1995. Por no remontamos a Checoslovaquia en 1985, Brasil en 1986, Australia en 1988, Grecia en 1990 y casi todos en 1992. Tanta insistencia sólo lleva a una conclusión: el equipo español no funciona en buenas condiciones cuando la responsabilidad es máxima.2. A España le ha tocado el peor rival posible en el cruce. (Grecia, primera del otro grupo, habría sido mejor adversario). No ya por el talento que atesora, que es mucho y está complementado por un físico destacable, sino porque por dos veces doblegó sin problemas al conjunto español en los torneos de preparación. Eso no suele ayudar.
3. En líneas generales, el juego de España ha sido bueno, pero ha perdido ante los dos equipos buenos de su grupo y sin dar adecuada respuesta a las exigencias de dos finales de partido apretados. No hubo ideas claras ni jugadores que definiesen. No resulta descabellado pensar que el partido de hoy se decidirá en los últimos minutos, y no es la mejor cualidad de este equipo.
4. El juego ofensivo ha sufrido un claro desequilibrio. Se ha jugado mucho por dentro y se ha acertado poco por fuera. Ante la envergadura de los rusos, ese aspecto es fundamental y las punterías no están muy afinadas.
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