IU ve imposible colaborar con el PSOE por su "degeneración y corrupción"
El manifiesto político que debatirá Izquierda Unida en su V Asamblea Federal, que se celebrará en diciembre, asegura que la colaboración de esta coalición con el PSOE ha sido imposible por la "degeneración democrática y corrupción" de los socialistas. IU se desmarca totalmente de las estrategias y programas del PSOE y tacha sus políticas económicas, sociales, laborales y fiscales como inaceptables desde un planteamiento de izquierdas.
Los redactores de este documento político, que será ratificado por la Presidencia Federal de IU en su reunión del lunes, justifican también la falta de entendimiento con el PSOE por su tendencia sistemática al "exclusivismo", por no haber hecho en el último periodo un balance crítico de su paso por el poder durante 13 años y por su concepción unilateral de la alternancia con el PP.El informe político, de 32 folios, se divide en cinco capítulos: "lU, una necesidad y un compromiso". "Mundialización, reestructuración productiva y reorganización del poder a nivel internacional". "El actual proyecto europeo como concreción del esquema neoliberal". "Un proyecto y una estrategia para una sociedad alternativa". "La actualidad del proyecto de IU: una oposición para la alternativa".
En este último punto, IU arranca su análisis recordando que cuando se celebró la IV Asamblea -en noviembre de 1994- empezaron a explotar los escándalos de corrupción. Y a continuación se hace una referencia indirecta al surgimiento en aquellos tiempos del caso GAL: "Se olía en el aire que secciones paramilitares a la española habían actuado impulsados desde el Estado". También subraya que entonces se estaban creando monopolios u oligopolios de la comunicación que, gradualmente irían conduciendo la libertad de expresión a una "caricatura" gobernada desde el poder económico y político.
En este marco, IU reprocha a los gobiernos del PSOE haber potenciado una cultura que deslegitima a la izquierda como potencial renovadora ética, política y cultural, y que haya dejado un estrecho margen de diferencia en la sensibilidad social entre la izquierda y la derecha.
Los ponentes del documento afirman que las relaciones con el PSOE deben abordarse con el realismo político de los límites de los acuerdos programáticos, distinguiendo los ámbitos en que se pueda producir un acuerdo. Y sobre dos premisas: la coherencia propia desde la soberanía de IU, y contar siempre con la decisión de la izquierda social y de sus bases, que se deben expresar con conocimiento de causa y con total libertad, tanto en la conformación de las decisiones como en su aplicación.
Tras los resultados de las últimas elecciones generales, en marzo de 1996, IU mantiene que el PP se ha dispuesto a culminar la obra iniciada por "el felipismo", sin complejos y con más dureza. Y ponen ejemplos: las privatizaciones y desfiscalizaciones, las reformas regresivas en los sistemas sociales y la contrarreforma laboral.
Los redactores del escrito aportan su definición de la herencia recibida por el PP: "Un poder que generó zonas de corrupción, de crimen y de cultura del enriquecimiento fácil y a cualquier precio y que ha contribuido a generar una conciencia en amplias zonas de la sociedad de que lo político es signo de utilización de lo público en beneficio de lo particular".
Para IU, el PP sigue la obra del felipismo, "no de una forma brutal", pero sí gradualmente e imponiendo una legislación, una práctica presupuestaria y, como consecuencia, unos cambios culturales en la gente que, progresivamente, irán creando una sociedad más individualizada, temerosa del presente y del futuro y alienada con las directrices del poder, sea cual sea éste.
Ante este análisis, IU se presenta como la "auténtica oposición" al PP, y subrayan que la misma es "clara, firme y rotunda". IU asegura no compartir con los populares ningún objetivo o valor relevante en el terreno económico, político o moral.
En este sentido, el manifiesto de IU precisa que los acuerdos a los que se ha llegado o se pueden alcanzar con el PP en las instituciones son o deben ser de claro contenido democratizador o favorecedor de reivindicaciones populares justas.
Frente a este panorama y, ante la imposibilidad de haber llegado a acuerdos programáticos con el PSOE, la coalición que dirige Julio Anguita aboga por construir un "bloque social alternativo", con movimientos y organizaciones sociales, para combatir a la actual hegemonía liberal y para generar una nueva fase de recomposición de los movimientos de la izquierda.
En el texto se defiende la vigencia de las propuestas que recoge el documento "Pluralismo y coherencia en IU", donde se contienen los obstáculos externos e internos que han dificultado el desarrollo de IU, pero en ningún momento se hace la menor referencia a la crisis interna entorno a Nueva Izquierda.
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