Peña, el último de la lista

La elección de los ocho hombres que acompañarán a Abraham Olano a conquistar Francia acabará siendo más tarea del destino que del deseo de Echávarri o Unzue. La baja segura de Miguel Angel Peña supone el último golpe a una planificación constantemente perturbada durante la temporada.Primero fue Ramontxu González Arrieta, uno de los seguros para el Tour. En abril se rompió una clavícula al caerse en la Vuelta al País Vasco. Se recuperó y volvió a coger la forma pero volvió a caerse, esta vez en la Bicicleta Vasca, en junio, y se rompió la otra clavícula. Primera baja en la lista del Tour.

Luego llegó el turno a Manuel Fernández Ginés, el granadino inseparable de Abraham Olano desde los tiempos del Clas, fichado por el Banesto antes incluso de que se cerrara la contratación de Olano. El campeón de España empezó a sufrir unas molestas migrañas durante la Setmana Catalana, en marzo. El día que ganó la Vuelta a Asturias, en mayo, le repitieron las migrañas. Estuvo varios días internado en la Clínica Universitaria de Navarra, donde, finalmente, le recetaron cinco semanas de descanso. Otra cruz.

Los casos de Santi Blanco -un esguince en diciembre pasado, jugando al fútbol, y una tendinitis después de la París-Niza- y de Angel Casero -un lumbago tremendo- ya se habían solucionado, incluso el descanso les había ido bien a los corredores para no llegar a julio muy cargados de carreras, pero faltaba lo peor. En la caída que le costó la Dauphiné Libéré a Olano, Peña se llevaba la peor parte. Un neumotórax que le vació de aire los pulmones -"no puedo respirar", les decía a los médicos que le atendieron- y una rotura de la cabeza del fémur le dejaron fuera de la circulación.

El corredor granadino, fichado también del Mapei de Olano, apenas entraba en los planes del equipo a principios de temporada, pero poco a poco fue ganándose un hueco por su gran capacidad de trabajo y su pizca de calidad. En la Dauphiné alcanzó el grado de hombre de confianza de Olano y, cuando se cayó, era séptimo en la general.

El equipo ya estaba decidido. Están Marino Alonso y otros tres rodadores todoterreno -Arrieta, Orlando y Casero-, también están los escaladores Blanco, Jiménez y Beltrán. Peña es de estas características. Para sustituirle hay poco de donde tirar. Pruden Induráin y Txente García Acosta los dos no Tour que más en forma están, son claramente rodadores. Su trabajo en la montaña, donde más gente quiere el nuevo Banesto en su versión agresiva, dejaría bastantes lagunas. Aparicio y Miranda, dos habituales del Tour con Induráin, están en baja forma. Quedan los chavales -los hermanos Osa-, muy tiernos aún para el Tour. Así que queda Armand de las Cuevas, el francés repescado este año. Quizás le haya llegado la oportunidad de rehabilitarse definitivamente.