Celebración con mensaje

La celebración en la cancha del quinto título de los Chicago Bulls estuvo plagada de declaraciones llenas de simbolismo. El futuro de Chicago comenzó minutos después de que Kukoc cerrase la final con la última canasta. Con el enfrentamiento entre el propietario de los Bulls, Jerry Krause, y la tripleta magica (Jordan-Pippen-Jackson) planeando sobre el ambiente del United Center, los gestos se multiplicaron. El primero fue Jordan, que al recibir el trofeo como mejor jugador, quiso compartirlo con su amigo Scottie Pippen. Luego le tocó el turno al técnico Phil Jackson, que personificó su gratitud en los dos jugadores-bandera de Chicago, defensores de su gestión. El presentador de la NBC hizo la pregunta del millón: "¿Váis a seguir juntos (por el trío) el año que viene?". Respuesta de Jackson: "Es una pregunta muy dura".Mientras Jordan daba rienda suelta a su alegría y mostraba con los dedos su intención de llegar al sexto título, a su lado, Jerry Krause, no quiso mojarse, pero de todos es sabido su filosofía. Su obsesión reside en que no les ocurra lo mismo que a los Boston Celtics. Con los triunfos como razón de continuidad, los Celtics de los 80 dejaron envejecer en demasía a su equipo sin conseguir buenas opciones de renovación.