Los clubes se oponen a la reducción de extranjeros
Los clubes, en su asamblea de ayer, se pronunciaron en contra de la reducción del número de jugadores extranjeros no comunitarios como les exige la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles). Trataron también la posibilidad de legalizar las primas a terceros e instaurar un pacto de caballeros para evitar el alza de las cláusulas de rescisión de los contratos de jugadores. Acordaron, por último, ratificar a Pedro Tomás como secretario general de la Liga.Los clubes no tienen intención de modificar el convenio que firmó el pasado mes de septiembre con la Federación por cuatro años. Entonces, la Liga y la Federación pactaron que cada club puede fichar a seis jugadores extranjeros no comunitarios y alinear a cuatro simultáneamente en cada partido. El sindicato de los futbolistas exige, a partir de la próxima temporada, una reducción progresiva a tres, dos y un jugador y planteó una fecha tope para llegar a un acuerdo con la Liga, fijada el próximo 30.
El portavoz de la Liga, Tony Fidalgo, señaló: "En la actualidad, los clubes estiman que hay que mantener el criterio plasmado en el convenio firmado con la Federación. Está en vigor y no existe ánimo alguno en los clubes por su modificación".
El presidente del Salamanca, Juan José Hidalgo, aprovechó la asamblea de los clubes de Primera y Segunda División para plantear la legalización de las primas, a terceros, actualmente prohibidas por los reglamentos de la Federación. "Todo el mundo se ha reído", fue la explicación que de este asunto dio Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, quien siguió: "La respuesta viene a corroborar que primas a terceros pagamos todos y que hablar de ellas es un cachondeo. Pero lo que ha causado risa y risa, como diciendo qué vamos a regular, es que se ha llegado a hablar de oficializarlas incluso con la correspondiente retención de Hacienda". El portavoz de la Liga se limitó a decir que se ha recogido la sugerencia.
Jesús Gil, por su parte, incidió en la conveniencia de un pacto de caballeros para, según explicó "evitar tantas revisiones de claúsulas de rescisión de contratos que se van a llevar a la fuerza los dineros de las televisiones". El presidente del Atlético de Madrid propugna para ello que los clubes no se quiten jugadores unos a otros y que todos los fichajes se hagan de mutuo acuerdo entre los equipos. Para la Liga, según su portavoz, este pacto de caballeros "carece de legalidad".
La indignación de Gil
El presidente del Atlético, por otro lado, se desahogó ayer al acabar la asamblea. "¡No me querían dejar entrar en mi casa [por la Liga]!". El presidente de la Federación, Ángel María Villar, remitió una carta a la Liga en la que recordaba que Gil está inhabilitado tres meses por el Comité de Competición y por ello le prohibía asistir a la asamblea, cosa que antes ya hizo con el presidente del Deportivo, Augusto César Lendorio, sancionado por la FIFA.Todos los presidentes allí reunidos acordaron no cumplir la orden federativa y permitir que tanto Gil como Lendoiro pudieran asistir a la asamblea. "Se han vuelto locos [por los dirigentes de la Federación]", explotó Gil. "Están guiados por la mala fe, por la ira. Su reglamento es tercermundista. Mañana [por hoy] le voy a responder a Villar con una carta que está revisando José Luis Sierra [abogado de Gil] para evitar los matices penales, y que voy a mandar al Secretario de Estado para el Deporte y a los presidentes de la FIFA y la UEFA". "Es la mayor vergüenza en una... Iba a decir democracia, pero no la hay en el fútbol. Hasta que no eche al cerebrito éste [por Gerardo González, secretario general de la Federación], que está haciendo un flaco favor al fútbol, no voy a acabar", concluyó Gil.
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