La estela millonaria de Halifax
Las sociedades de ahorros británicas salen a Bolsa para convertirse en bancos
Los fabricantes de electrodomésticos se frotan las manos calculando la cantidad de lavadoras, televisores y frigoríficos último modelo que van a vender, mientras las agencias de viajes sueñan con colocar los paquetes turísticos más caros y exóticos en oferta. Los analistas aseguran que se avecina una ola de consumo público con los ciudadanos de a pie en situación de gastar unos 5.000 millones de libras (1,2 billones de pesetas) más de lo previsto para el próximo verano en el Reino Unido.¿Razones? La salida a Bolsa de varias importantes sociedades de ahorros, conocidas como buildings societies, de aquí a finales de año, que dejarán una estela de miles de libras en los bolsillos de millones de británicos.
El lunes pasado se produjo la más sonada de todas ellas. La sociedad Halifax, la más grande y una de las más antiguas de todas, fundada hace 144 años, con 7,6 millones de ahorradores-propietarios, vio subir sus acciones como la espuma en su estreno como banco en la Bolsa de Londres.
El éxito de su transformación en banco privado, que ha tenido una larga gestación, proporcionó inmediatos beneficios a los antiguos ahorradores, que han visto revalorizadas sus acciones por una cantidad promedio de unas 2.500 libras (unas 60.000 pesetas). Un total de 647 millones de acciones cambiaron de manos.
Si bien la euforia de primera hora, cuando las acciones llegaron a cotizarse a 774,5 peniques, cedió pronto a un valor más realista de 734,5 peniques por acción, Halifax proporcionó el lunes cuantificables motivos de alegría a uno de cada seis adultos británicos.
El reparto de acciones de la sociedad, desde un mínimo de 200 hasta un máximo de 1. 3 8 1, deja una estela de afortunados ciudadanos que han visto revalorizado el precio de su paquete accionarial entre las 1.465 libras (unas 348.000 pesetas) hasta las 10. 116 (2,4 millones de pesetas).
Cerca de dos millones de miembros de la que acaba de convertirse en el tercer banco nacional habían optado por vender el viernes anterior sus acciones - con unas ganancias similares- en una subasta pública a la que concurrieron 200 instituciones, que han mantenido su nombre en secreto, a las que pertenece a partir de ahora un 23% de las acciones del banco.
El análisis de los economistas más agoreros y del Banco de Inglaterra, que el pasado lunes reclamó contención a los consumidores por temor a que se dispare la inflación, tiene una base clara.No todos los días se produce un reparto de acciones de tales proporciones, el mayor de la historia de la Bolsa de Londres, según declaraba el vespertino londinense The Evening Standard.El éxito de su salida a Bolsa otorgó a Halifax el pasado lunes un valor superior incluso al del banco Lloyds TSB, la segunda institución financiera británica.Sin embargo, en enero pasado, la firma asesora del proceso de flotación, Deutsche Morgan Grenfell, colocó el precio de las acciones de Halifax entre los 390 y los 450 peniques, lo que representaría un valor total de entre 10.400 (unos 2,47 billones de pesetas) y 12.000 millones de libras (unos 2,85 billones de pesetas).
La mayoría de los analistas considera que la burbuja de entusiasmo que hizo aumentar el valor de Halifax en su debú bursátil será transitoria y en un plazo breve todo se desvanecerá. La experiencia ha resultado enormemente satisfactoria para Halifax y ha empezado a ser rápidamente analizada por otras building societies, deseosas de afrontar el futuro con mayores perspectivas de crecimiento. El ejemplo también va ser seguido en otros países de Europa, entre ellos España, en los que el debate sobre la conversión de las cajas de ahorros a bancos sigue abierto.
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