Elogio de la cordura
Hemos leído en EL PAÍS del 20 de mayo que el Ayuntamiento de Coslada ha tomado la decisión sensata y valiente de suspender los encierros de toros que se venían celebrando desde que, en 1981, un gobierno municipal tuvo a gala sacarse la manga una tradición inexistente. Coslada recupera así un poco de la cordura que tanto escasea en este mundo.La humanidad de las personas sensibles se siente herida cuando el dinero de todos, en vez de gastarse en arreglar calles, plantar árboles o mejorar los equipamientos sanitarios y culturales de nuestras ciudades, se emplea en proporcionar a los jóvenes un revólver en forma de toro para que se diviertan jugando a la ruleta rusa.
La suspensión de los encierros es un gesto pequeño, pero que conforta a quienes pensamos que la sensatez es uno de los mejores atributos de los seres humanos. Esperemos que el ejemplo cunda en Fuenlabrada, Leganés, Móstoles y otros lugares.
Ojalá algún día podamos decir que el mapa de España tiene forma de libro abierto y no de piel de toro extendida.- y cuatro firmas más.
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