Iberdrola ha reducido su deuda en un billón desde su creación
Cinco años después de la fusión entre Iberduero e Hidrola la empresa resultante es un sólido grupo industrial, con una estructura financiera sana y preparado para dar el salto al exterior. Ese es el resumen de lo ocurrido en Iberdrola desde 1991 según su presidente, Íñigo de Oriol y Urquijo. La aventura exterior tendrá un destino prioritario, América Latina. Iberdrola y Endesa volverán a verse allí cara a cara.Oriol puso el énfasis en la reducción de la deuda de la empresa, un billón de pesetas en números redondos desde 1992, hasta situarla en 860.000 millones. La deuda ha pasado de representar el 1,68% de los recursos propios a sólo el 0,66%. Según Oriol, se trata de "una de las operaciones de saneamiento financiero más importantes del mundo".
El grupo eléctrico considera sus pasadas incursiones en América Latina (con presencia en Chile y Bolivia) experiencias piloto y quiere pisar el acelerador para compensar la delantera que le lleva Endesa. "Iremos a las áreas con mayor potencial de crecimiento", explica Oriol, "y como españoles tenemos una tendencia natural a mirar hacia América Latina".
Iberdrola quiere invertir al otro lado del Atlántico desde su carácter de "grupo integrado", que ofrece electricidad y servicios, pero también cuenta con una división industrial (Gamesa y la corporación IBV, participada al 50% por el BBV) "capaz de competir en proyectos industriales con las primeras multinacionales del mundo y ganar".
Tarifa eléctrica
En el campo doméstico, Iberdrola reivindica el papel de las eléctricas en la caída espectacular de la inflacción. "Somos el sector que más ha aportado", asegura Oriol, quien advierte a Miguel Angel Fernández Ordóñez, presidente de la Comisión del Sistema Eléctrico Nacional y defensor de mayor competencia y mayores reducciones de precios en el sector, que la tarifa eléctrica sólo bajará "lo que está pactado en el protocolo eléctrico", es decir, el 3% este año, el 2% el próximo y el 1% los tres siguientes.El beneficio antes de impuestos creció el 29,1% (hasta 133.419 millones de pesetas) y el beneficio neto un 13,7% (hasta 96.637 millones). El consejo de administración solicitará autorización a la junta general de accionistas para una reducción de capital y devolución de parte del nominal a los accionistas.
Oriol destacó dos hechos en la presentación a los medios informativos de los resultados del año pasado. Las alianzas actuales de Iberdrola son estratégicas. Con Telefónica quiere desarrollarse en el área de las comunicaciones. Con Repsol y Gas Natural, la eléctrica quiere tener garantizado en el futuro "el acceso directo al mercado primario y a los yacimientos de gas", según el consejero delegado, Javier Herrero.
Oriol confesó que "será difícil" equilibrar el ejercicio, tras los mediocres resultados del primer trimestre, con beneficios de 32.200 millones.
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