Jospin reclama un cambio que dé paso en Francia a un poder "moderado, humano y demócrata"

"Hay que acabar con el actual estilo de poder, acabar con la sacralización del poder, debemos encarnar un poder moderado, humano y democrático". Bajo el aliento de unos 4.000 simpatizantes socialistas congregados en Villeurbanne, municipio vinculado a Lyón, el primer secretario del Partido Socialista francés presentó anoche sus credenciales para dirigir el futuro Gobierno tras la decisiva segunda vuelta. del próximo domingo.

La euforia ppor el triunfo del domingo estaba presente en la atmósfera del Palacio de Deportes de Villeurbenne, pero el suyo no fue un discurso entusisata y mucho menos triunfalista.Fiel al estilo pedagógico que caracteriza a sus intervencione spúblicas. Lionel Jospin evitó cuidadosamente que sus palabras pudieran ser consideradas arrogantes y por dos veces pidió a sus militantes que no incurrieran en la soberbia.

"Estoy convencido de que podemos ganar. El pueblo francés quiere que el ecambio sea hecho por la izquierda" Tanta modestia en un hombre que el domingo cosechó un indudable triunfo, también personal, responde al miedo a que la arrogancia provoque una reacción entre los abstencionistas de derechas.

Jospin elogió naturalmente la sabiduría del pueblo francés que, según dijo, ha rechazado la maniobra de disolver la Asamblea para otorgar a la derecha una nueva mayoría. Ilustró los resultados electorales de la primera vuelta citando al diario Le Monde: "Si le das la palabra al pueblo, el pueblo puede tornarla". Además de acreditar desde la modestia formal sus sólidas aspiraciones a la victoria, Jospin dedicó buena parte de su larga intervención a subrayar la vigencia de las alianzas y el diálogo con el Partido Comunista y las fuerzas. extraparlamentarias ecologistas o de extrema izquierda. Dijo que los resultados del domingo son la prueba de lo productivo de ese esfuerzo realizado a lo largo de los dos últimos años.

Contra las críticas que atribuyen al frente de izquierdas y a su programa una posición arcaica, el dirigente socialista francés acusó a la derecha liberal de practicar la "ferocidad social", al tiempo que adjudicaba a la izquierda el humanismo en el terreno de la economía.

Desde la posición en que se encuentra, Jospin reiteró anoche su propuesta de "pactar para el cambio", una oferta sobre la que pretende articular una nueva mayoría. Estableción un abismo entre el modelo anglosajón y el socialdemócrata. "El modelo anglosajón jamás será aceptado por el pueblo francés", enfatizó, antes de reivindicar buena parte del trabajo de la izquierda cuando estuvo en el poder.

El equilibrio que caracterizó su intervención, interrumpida con aplausos, vítores y silbidos, le llevó inmediatamente a precisar que la izquierda francesa está preparada para extraer las lecciones necesarias que le dicta su pasado gubernamental y quiere evitar el inmovilismo.

El PS anunció ayer que retirará uno o dos candidatos de la segunda vuelta de la elecciones para ayudar a impedir la elección de parlamentarios del ultraderechista Frente Nacional. "Nos retiraremos de aquellos lugares donde mantenemos signifique no un riesgo de ser derrotados, sino de victoria del Frente Nacional", declaró Francois Hollande.